REPORTAJE

“Carme, vas ao enterro?"

OURENSE. 23.11.2015 REBORDECHAO, REPORTAJE SOBRE TECNOLOGIA SENIOR EN EL RURAL. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera Manuela Camino, Joaquina Opazo, Jerónimo Ferreiro, Carmen Fernández, Socorro y José Rodríguez.

Siete jubilados de Rebordachá, en Xinzo de Limia, pasan gran parte del día conectados a Facebook y Whatsapp. En su grupo se anuncian desde funerales a los que se convocan, hasta comilonas de su peña. 

Rebodachá valley bien podría ser el segundo de los apelativos de la Peña del Carmen de esa localidad limiana. No hay entierro, merendola o partida de tute que no se convoque por los últimos y más tecnológicos dispositivos android del mercado. Hay quien incluso lleva más de trescientas pantallas del Candy Crash superadas desde que descubrió que existía mundo virtual más allá de la laguna antelana.

Convocar al marido a la mesa, invitar a café o incluso compartir archivos -algunos subiditos de tono- no tienen secretos para este atrevido grupo de jubilados que ha descubierto -una de ellas de manera autodidacta, como el caso de Carmen Fernández- las ventajas de las nuevas fórmulas de comunicación. Jerónimo Ferreiro asistió a varios cursos formativos que se impartieron en Xinzo de Limia, y reconoce "que é moi importante que se teñan este tipo de iniciativas, permítenos incluso facer trámites que antes requerirían a nosa presenza, como pedir unha cita no médico que agora xa podemos facer dende aquí". 


Evidentemente, corren los mismos riesgos que la mayoría de los mortales más jóvenes. ¿Quién no ha enviado un mensaje por error dedicando besos a una tercera conocida pero no precisamente la oportuna destinataria de ellos? No fue el caso de Joaquina Opazo, no envió ósculos pero sí una de sus fotos recién salida de la piscina climatizada, eso sí, debidamente uniformada de bañador. Su mensaje acabó en el móvil de un vecino lejos de Xinzo, sin ninguna mayor intencionalidad que la de un lamentable error. Lo de Manuela Camino, sinceramente, creo que es de hacérselo mirar. Su nieta le ha dejado en sus manos al pobre Pou, una aplicación para móvil a imagen y semejanza del vetusto Tamagotchi. Carmen Fernández ya se encarga de explicarnos el maltrato que sufre el pobre muñegote. "Cando chega a Málaga, lévalle ó pobre do Pou todo sucio". Damos fe. Pou, el pasado lunes, el día de esta animada charla, no sólo precisaba una ducha si no que además tenía su temperatura vital por las nubes. 


El Facebook tampoco tiene secretos para todos ellos. Suben fotos, algunas de las hijas por error -que les vale no pocas bromas por parte del resto de avezados internautas del grupo-, comparten artículos, recetas y, "muy importante, conocemos las andanzas de nuestra familia, de aquellos hijos y nietos que están lejos", apunta Socorro Rodríguez, hermana de José, quien sí tiene Facebook pero aún no ha descubierto las ventajas del Whatsapp. Si lo hicisese, "también estará controlado por el resto", comentan sus compañeras. Quizás eso teme y nos hace creer su escasa habilidad.

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