La Guardia Civil la busca por toda España tras la denuncia del padre
Michelle reside desde que tenía cinco años con su padre, José López, en la localidad de Parada de Ribeira, localidad a la que se trasladaron ambos a vivir tras separarse aquel de su esposa, de nacionalidad alemana, con la que se había casado mientras trabajaba en el país centroeuropeo. José tiene la custodia única de la joven. Según relata, Michelle se fue de casa a media tarde del viernes y dejó una nota manuscrita en su habitación en la que decía que se marchaba "porque quería hacer su vida". José López hacía, con la voz entrecortada y entre sollozos, un llamamiento a su hija a través de La Región: "Que venga a casa, que todo se puede hablar".
José López asegura que su hija marchó de casa y desconoce la ropa que llevaba, pues se cambió antes de partir. Sí está seguro de que cogió un bikini, una toalla y una mochila con libros. Intuye que "lo tenía todo muy preparado, pues a las amigas les contó diferentes versiones de lo que pensaba hacer y se dejó el teléfono móvil en casa, como si no quisiera que pudieran rastrear su paradero".
Cuando José López llegó a casa del trabajo y tras descubrir la marcha de su hija, denunció la desaparición en el cuartel de la Guardia Civil de Xinzo de Limia, que montó un dispositivo para intantar su localización, no sólo por la comarca de A Limia y en la provincia, sino también en toda España.
José López asegura que a su hija "tuvieron que engañarla, porque va a cumplir 18 años pero es muy inocente, aún no tiene madurez suficiente". Sospecha que Michelle pudo haber conocido a alguien a través de internet y decidió fugarse con él. También cree que la joven no llevaba dinero encima cuando se fue de casa el viernes, aspecto que acucia aún más su preocupación, pues pudo dejar la localidad en compañía de alguien con la que había acordado y planificado previamenente la marcha.
