Sandiás acogió este domingo la segunda romería del año de San Benito de A Uceira conocida popularmente como de "Seitura", en una jornada en la que el sol fue protagonista
Con un ojo mirando al cielo por si amenazaba tormenta y el otro en la imagen de San Benito, los romeros que subieron hasta el monte de A Uceira en Sandiás daban gracias por el día de sol que les acompañó y que propició que fueran muchos los que finalmente decidieran comer en el recinto, aunque pocos los que habían llevado las viandas y cogida la mesa.
El temor a una jornada desapacible, acrecentado por la espesa niebla matinal que cubría toda la planicie de A Limia lo tuvieron los primeros en llegar esta "espectacular catedral de la naturaleza" como definiría el recinto el oficiante de la misa mayor, el párroco de Xinzo Tomás Delgado Gándara. Pero nada más lejos de la realidad, pues A Uceira se libró de ella y vivió una jornada de sol desde primeras horas. Una de esas primeras romeras, Marisa, afirmaba que "salín de casa con medo polo que me podía atopar pero, santiño querido, regalounos un día de sol".
En el plano religioso nada se diferenciaba de otras citas, pues como comentaba el antropólogo Manuel Mandianes, "la tradición es la tradición" y lo primero que hace el romero es ir pasar el pañuelo por la imagen del santo, llevarlo a la cara y realizar la petición que quiere que le otorgue acompañada en muchos casos de exvotos, sobre todo de "corpiños" que depositan a los pies de San Benito.
Después de la procesión y última misa, en la que la gente se resguardaba del sol bajo la arboleda, el párroco Manuel Fernández les invitaba a pasar allí la jornda festiva y bailar al son de la charanga. Después, a comer.
El miércoles, 11, dia de San Benito, habrá misas en este lugar a las 12 del mediodía y 7 de la tarde. Hasta finales de octubre, todos los sábados a las 7 de la tarde.
