CRÓNICA

En el arándano está el futuro

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photo_camera Elena Martínez y Manuel Antonio, en su plantación de arándanos de A Lagoa.

La crisis y la imposibilidad de encontrar trabajo llevaron a Elena, una limiana de nacimiento y viguesa "de corazón" a crear, junto con su pareja, la plantación de arándanos más grande de la comarca de A Limia. 

Elena Martínez es una limiana de 48 años que decidió, junto con su pareja, apostar por un proyecto de vida en el rural mediante la creación de la plantación de arándanos más grande de la comarca. Después de haber vivido en Vigo durante un cuarto de siglo y, tras quedarse sin trabajo estable, esta emprendedora decidió "reinventarse" en su tierra natal, Xinzo. 

"Con 46 años y en plena crisis se me hacía muy difícil encontrar un trabajo estable en Vigo, así que volví a Xinzo para crear mi propio negocio". Lo hizo acompañada de Manuel Antonio, un fisioterapeuta portugués que se involucró con ella en el proyecto desde el principio. "Mi pareja y yo exploramos varias posibilidades y, finalmente, nos decidimos por la producción de este fruto", cuenta Elena. "

"Mi historia con los arándanos es muy curiosa. Siempre fui muy forofa, leí mucho sobre ellos, sobre sus propiedades. Pienso que a todas las mujeres nos encanta su sabor", añade. Y es que según cuenta la responsable de la plantación, las propiedades antioxidantes, beneficiosas para regular la tensión arterial y para prevenir enfermedades como la infección de orina que tiene el arándano, lo convierten en "uno de los alimentos esenciales del planeta". 

De esta manera, Elena, la menor de 15 hermanos, invirtió sus ahorros en la creación de la empresa "Malena" . "Empezamos hace dos años, en 2015", explica esta limiana. "Compramos una finca en el pueblo de A Lagoa de cuatro hectáreas y plantamos una de arándanos. Son sobre 4.000 plantas en total, divididas en dos variedades, una más temprana que es la Duke y otra más tardía, la Liberty", añade. 

Como ocurre con otros muchos emprendedores, los inicios están siendo "duros" pero Elena cree en su proyecto. "Desde el principio nos informamos mucho. Yo tengo estudios de bachillerato pero no sabía casi nada sobre agricultura", cuenta la empresaria."Empecé a hacer cursos sobre ello, a leer libros, a buscar información en internet y también me asesoré con un amigo que es ingeniero agrónomo y que nos ayudó mucho", añade. 

A pesar de que este año las previsiones apuntaban a que la pareja duplicaría su producción con respecto al primer año en el que recolectaron una tonelada de fruto, los daños producidos por la helada que afectó a las plantaciones de la provincia de Ourense durante el pasado mes de abril, redujeron la producción a la mitad. "Este año, debido al cambio climático, contábamos, incluso, con empezar la recolecta antes de lo habitual", explica Manuel Antonio. "La helada nos fastidió, pero hemos salvado una hectárea", añade. 

El compañero de Elena lleva el peso del trabajo físico y del mantenimiento de la finca. El fue el responsable de la elaboración de los "caballones" en donde están plantados los arbustos, una estructura que favorece la oxigenación de las raíces. "Durante estos meses estoy en la plantación todo el día", explica Manuel Antonio. " Todos los días quito las hierbas y compruebo si las plantas tienen alguna enfermedad, es muy trabajoso", añade. 

La labor de poda y recolecta es compartida y Elena se encarga de las gestiones administrativas y de venta. "Trabajamos con una multinacional y vendemos también a particulares. Queremos solicitar alguna ayuda para emprendedores con el objetivo crecer", dice Elena Martínez. 

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