El fuego comenzó el sábado en Gralhas (Portugal) y anoche se había extendido a Cualedro y Baltar
El mayor incendio del año en la provincia se declaró el día más improbable. Azuzado por el viento sur, el fuego que había devastado 500 hectáreas en apenas 24 horas en Portugal prosiguió ayer su marcha a este lado de la "raia", por la sierra de Larouco, en Cualedro.
El viento, con rachas de más de 40 kilómetros por hora, obligó a que los aviones de carga en tierra de la base de Antela tuvieran que parar durante más de tres horas. También los helicópteros dejaron de volar. A primera hora de la tarde la situación parecía fuera de control. Sin medios aéreos, diez brigadas auxiliadas por motobombas y palas trabajaban en un frente de unos dos kilómetros. Una gran columna de humo se confundía con las nubes. Por la ladera oeste, pese a la dirección del viento, el incendio amenazaba con extenderse hacia Niñodaguia, en Baltar. Al otro lado, el servicio de extinción se planteaba hacer contrafuegos apoyándose en las pistas del parque eólico de Larouco.
Entonces empezó a llover. Poco antes de las cinco de la tarde, la lluvia anunciada desde hace días llegó en auxilio de los brigadistas. En A Xironda y en Gudín, los pocos vecinos que a esa hora estaban en la calle, ya familiarizados con la amenaza del fuego, decían que para ellos el de ayer quedaba muy lejos.
Llovió durante apenas quince minutos. Y despejó. Lo justo para que los helicópteros volvieran al trabajo. A las 18,00 horas la Xunta ampliaba su estimación de dos horas antes: de 20 las hectáreas afectadas pasaban a 200. Al cierre de esta edición, la cifra oficial era la misma, pese a que fuentes de los servicios de extinción desplazados a la zona afirmaban que la superficie afectada era mucho mayor.
Hasta hoy, oficialmente, el mayor número de hectáreas en un solo incendio en 2015 son las 294,5 estimadas para el siniestro de Pradorramisquedo (Viana do Bolo) a mediados de este mes.
El incendio comenzó el sábado a las 12,24 horas en el concello de Gralhas (Montalegre), y en la parte portuguesa se dio por extinguido ayer. Según la Autoridade Nacional de Protecçao Civil, el fuego arrasó 500 hectáreas de superficie rasa en territorio luso. Para el servicio portugués, el de Gralhas fue uno más -aunque de los más graves- en una jornada (la del viernes) en la que se declararon más de un centenar de incendios en todo el país, 13 en el distrito de Vila Real.
Pick up quemada
El conductor de un todoterreno que buscaba un lugar para que una de las palas pudiera realizar un cortafuegos en el área del parque eólico pudo escapar del incendio de su vehículo, que fue alcanzado por el fuego tras un brusco cambio de viento. Fue trasladado al Hospital de Verín porque sufría una leve intoxicación por humo.
Además del de Cualedro, ayer se registraron en la provincia otros tres incendios. Uno junto a la A-52 en Vilaza (Monterrei); otro en Terroso (Vilardevós), y uno más en Cualedro, en Baldriz, que exigió la intervención de tres brigadas, dos motobombas y un helicóptero y obligó a dividir los esfuerzos del dispositivo en la zona entre las 14,33 y las 16,12. El sábado por la noche hubo un pequeño incendio en Longoseiros (O Carballiño).
