Tres personas quedaron atrapadas en una granja a la entrada de Cualedro. Los bomberos entraron entre las llamas para rescatarlos, mientras se desalojaban casas a la entrada del pueblo
En Vilela el fuego llegó minutos más tarde que a Gudín tras un cambio de viento. Los Foca y las avionetas de la base de Antela y algún helicóptero atajaron el frente. Los vecinos se ocuparon de ir apagando alrededor del pueblo, que quedó completamente rodeado por cenizas. "Vides buscando a Rajoy? No está ni se le espera", bromeó un joven que refrescaba a calderos un prado junto a las casas. El temor era que, con la caída de la noche y las pocas brigadas que habían visto pasar por allí, el fuego se reavivara. "O problema é que estamos ante un fronte enorme... ou varios frontes", explicaba un brigadista. A media tarde había empezado a llegar refuerzo de Pontevedra, Lugo y A Coruña, brigadas de tierra, y más de los concellos.
Después de que el nivel 2 -peligro para viviendas y personas- se hubiera decretado a primera hora por los problemas en otros pueblos, la alarma saltó en Cualedro poco después de las ocho de la tarde. El pueblo había vivido toda la jornada viendo pasar coches, furgonetas y camiones de todos los cuerpos implicados en el dispositivo. Pero a esa hora, con la carretera hacia Vilar de Lebres cortada y sin noticias de lo que allí pasaba -algunos vecinos hablaban de varias casas quemadas, extremo no confirmado-, la gente de Cualedro se reunió justo a la salida del pueblo. Un contrafuego que no funcionó (otra vez el viento) hizo saltar la alarma.
En apenas diez minutos el fuego quedó sin control. Brigadistas (de Noia, de Rairiz) dieron un paso atrás. Faltaba el apoyo de las motobombas, pero allí no aparecía ninguna. La UME seguía buscando puntos de carga con la ayuda de un vecino. Pasaban coches y coches pero a ninguno parecían preocuparles aquellas llamas. Hasta que una mujer se fue corriendo hacia el guardia civil que controlaba el cruce con una pista. "Hai xente na granxa!", gritaba. Chilló y lloró hasta que por fin llegaron los bomberos. Atravesaron las llamas y sacaron a tres personas de la granja. Una ambulancia de la UME les prestó los primeros auxilios. "Están ben", dijo a última hora el alcalde de Xinzo, tras un domingo de frente en frente.
Luego, un guardia civil empezó a retirar a la gente, a los vehículos. Hizo bajar del tejado a los propietarios de un taller que refrescaban con una manguera la finca de al lado. Se evacuaron las primeras casas del pueblo hasta pasar la gasolinera, donde miembros de la UME consultaban mapas. Luego llegó la BRIF, hacia el fuego. "O lume sigue cara á Limia", cerró el alcalde, Antonio Pérez.
