Los agricultores de la comarca comenzaron a recoger los primeros tubérculos de la temporada
Precios altos y una baja producción. Son estas las previsiones para la cosecha de la patata en la comarca de a Limia, que algunos productores acaban de comenzar. Otros todavía esperan. Y es que otros años, por estas mismas fechas, pocas fincas quedaban aún con las patatas enterradas, con la mayor parte de los tubérculos ya recogidos y correctamente almacenados. Los que aún no ha comenzado, esperan pacientes a que las lluvias que se prevén para estos días ayuden a rematar el proceso de maduración del producto agrícola más famoso del sur de la provincia.
Son muchos los casos en los que fue necesario paralizar la recogida, habida cuenta de la fina piel que presentaban los ejemplares recolectados. “Se a pel está moi fina, a pataca pódese estragar e é máis propensa á entrada de bacterias”, señala una agricultora de la aldea de Rebordechá.
Lo que está claro es que las previsiones se están cupliendo y los productores esperan una caída de entre un 20 y un 30% en la producción de este año. ¿La razón? Las lluvias de la primavera trajeron como consecuencia el retraso en la “sementeira”. Si a eso le sumamos la sequía de los últimos meses, el resultado es un tubérculo que aun no ha cumplido su ciclo. Si el cálculo de los productores no falla, esperan recoger unos 80 millones de quilos de patatas, cuando el pasado año se habían superado los 100.
Lo positivo de la campaña es que la calidad continúa siendo excelente, que es la condición indispensable que ha ido creando valor en torno a la “pataca de Xinzo”. Esto desemboca en el buen precio al que se paga la patata, que este año se mantendrá alto o incluso aumentará, lo que mantiene la esperanza de los productores.
Precios al alza
A Limia, que es la principal comarca productora de patata de toda Galicia, encara por tanto la cosecha con una buena perspectiva en relación a los precios de venta. En un año que se preveía desastroso para el sector, ha sido la escasez de producción en el resto de España y en Europa la que esta tirando al alza las cotizaciones.
Desde el Sindicato Labrego Galego ya señalaron que las primeras que se están vendiendo por libre llegan a superar, en ocasiones, los 35 céntimos el quilo, mientras que las de contrato rondan los 14 céntimos de euro. Se estima que a partir del mes de enero, en cuanto se vayan acabando las patatas de contrato, “volvan aumentar os prezos”, según el responsable del SLG en la comarca, Anxo Pérez. Es la capacidad de almacenaje de los productores la que condiciona y determina la cantidad del tubérculo que se vende bajo contrato al mayorista, y la que se guarda para el mercado libre.
Los productores afirman, en su mayoría, que los buenos precios están compensando la bajada de la producción. Lo positivo que trajo la sequía estival es la ausencia de enfermedades dañinas para los tubérculos, una de las claves para el aumento de calidad.
Pero la falta de patata a estas alturas del año y la bajada en la producción no sólo se está notando en los precios, sino también en el aumento de la demanda. Se prevé, eso sí, que los tubérculos recolectados este mes presenten un evidente menor tamaño que el de anteriores campañas.
El tubérculo por excelencia de la Lagoa de Antela, y elemento clave en el desarrollo económico de la comarca, logra mantenerse en sus cuotas comerciales en la temporada con peores augurios de los últimos años. Se prevé, por tanto, una larga vida al sector de la patata antelana haciendo puntero el sector agroganadero en la comarca de A Limia.
