Contribuyó a su aumento la caída de la producción en los países europeos, como Alemania y Holanda
Que la campaña 2016 de recogida y venta de patatas en A Limia fue "inusual con respecto a periodos anteriores", es algo en lo que coinciden los profesionales del sector en Xinzo. Productores, intermediarios, empresarios y técnicos de la comarca recuerdan que la producción fue "inferior a otros años" debido a las atípicas condiciones meteorológicas. Sin embargo, el ajuste de los precios, derivado de un descenso global de la producción de tubérculos, logró salvar una campaña que, en un primer momento, se presentaba difícil.
En cifras, si la media de toneladas que se recogen anualmente en la comarca ronda las 120.000, en 2016 la cantidad descendió hasta las 90.000 toneladas. El pasado año fue excepcional en lo meteorológico. Debido a las las inclemencias del tiempo, la siembra se realizó, en la mayoría de los casos, más tarde de lo habitual. Por otro lado, el miedo a que las lluvias estropeasen las cosechas, retrasó la recolecta.
"Botamos as patacas moi tarde, no mes de junio", cuenta Óscar Joga, un joven agricultor de Paredes. "Non o fixemos antes polas chuvias, e tivemos que recoller en outubro, cando o normal e sementar en abril ou maio e recoller en setembro", añade. Debido a estos retrasos en la producción, "a planta tivo que adaptar o seu ciclo vexetativo ao novo periodo", explica Óscar Joga.
Servando Álvarez, director del Centro Agrogandeiro del Inorde, destaca que "El suelo de A Limia se caracteriza por tener un contenido de materia orgánica más elevado que el del resto del país, y es por este motivo por el que se da una mayor producción de patata en esta zona". Añade que "este hecho, unido a unas características climáticas diferenciadas, favorecen que las patatas puedan echar tubérculos". Sin embargo el pasado año, el clima tampoco favoreció este proceso. "Brotaban entre tres ou catro tubérculos por patata, cando o normal son entre cinco ou nove", puntualiza Óscar.
Producción europea
Pero la bajada de producción también alcanzó a toda Europa. Algunos países como Alemania y Holanda sufrieron fuertes inundaciones y esto repercutió positivamente en los precios y en el mercado de la Limia. "Esta comarca es la región europea en la que más tarde se recogen las patatas", comenta Servando Ávarez. "La bajada de la producción a nivel global y la consiguiente subida del precio de la patata favoreció a la zona de la Limia", destaca.
Los agricultores locales terminaron el año satisfechos. Es el caso de Francisco Paz, de "Patatas Paz", que señala que a pesar de que los contratos descendieron en su empresa en un 25% con respecto al ejercicio anterior, "no tiene queja" pese a que el curso fue complicado y estuvo lleno de adversidades.
Amador Díaz, el primer productor de patata que vende a través de internet (patatasama.com) se muestra todavía más contento: "Este é o meu terceiro ano dende que comencei a vender por internet" explica. "Pódoche decir, que dupliquei as vendas con respecto ao primeiro ano". Asegura que su aventura "online" va dando poco a poco sus frutos.
PROPUESTA PARA AMPLIAR LA PROTECCIÓN A TODA GALICIA
El Consello Regulador de la Denominación Específica Pataca de Galicia solicitó a finales del año 2016 una ampliación para que la base territorial de la Indicación Geográfica Protegida sea toda Galicia.
Este organismo tiene como objetivo certificar y promocionar la patata Kennebec de las zonas de mayor tradición de cultivo de patata: A Limia, Terra Chá, Lemos y Bergantiños. Con esta petición, el Consello Regulador busca ampliar su misión a otros lugares de la comunidad en los que también se producen patatas autóctonas.
Además de esta modificación, se pretenden incluír otras dos variedades de patata, la Agria y la Fina de Carballo. "Ambas son de muy buena calidad y apreciadas por los consumidores", destaca José Antonio Chan, técnico del Consello Regulador. "A pesar de que la patata Kebennec siga siendo la clase dominante, estos dos tipos de patatas, cumplen con los parámetros de exigibilidad del Consello", añade el técnico.
