AGENDA CULTURAL

Las despedidas pueden ser felices

JOANA SERRAT_
photo_camera La compositora catalana Joana Serrat.

El último trabajo de Joana Serrat aterriza este viernes en el Torgal, dentro del ciclo Son Estrella Galicia, a partir de las 21 horas

Dicen de su música que transporta a otro lugar, que calma al espíritu y que libera el alma. Todo un halago para la catalana Joana Serrat, que soñaba desde pequeña con ser cantante. Y aunque ahora se define más como "compositora", sigue compartiendo deseos con aquella niña. La artista reconoce que sus inicios musicales no fueron fáciles: "Pasé una etapa difícil cuando tocaba en bares de Vic -su ciudad natal- y Barcelona. Intenté alejarme muchas veces, pero inevitablemente volvía a tocar". Los miedos y las inseguridades se agolparon, pero en 2012 reapareció después de darse cuenta de que "lo mío es hacer canciones", tal y como explica.

Desde entonces, ha publicado tres discos y ha llevado su música a diversos lugares de España y del extranjero. Pero su último trabajo, "Dripping Springs", que presenta mañana en el Torgal, supone un gran salto en su carrera profesional. Para su realización, Serrat viajó a Texas y trabajó con Israel Nash y Ted Young, ganador de un Grammy con The Rolling Stones.

"Fue increíble ver cómo me trataban de tú a tú personas a las que admiro mucho y que tienen tanta experiencia", comenta. El equipo que se formó en Estados Unidos funcionó a la "perfección", algo que se refleja en el resultado. "Fue un chute de autoestima y confianza en mí en el sentido profesional", afirma la artista.

Además, a nivel personal, el disco supuso un "renacer": "Llegué a Texas ligera de equipaje y en la mitad de la grabación me di cuenta de que había empezado una nueva etapa vital. Fue una revelación". Así, "Dripping Springs" está cargado de despedidas con aire melancólico. "Es muy emocionante sentir que dejas atrás una vida anterior, pero también tienes que despedirte, aunque sea desde la madurez y la tranquilidad".


Vuelve a Ourense con su versión más íntima 


No es la primera vez que Joana Serrat actúa en el Torgal, pero sí será la más íntima y personal. "Voy sola con mi guitarra acústica y mis pedales", anuncia. "Estoy muy cómoda así, y voy preparada para una comunicación más directa con el público, algo que el local también favorece, con ese punto cálido suyo que tanto me gusta", señala. 

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