AGENDA 29 DE ABRIL

Para iniciarse en la música clásica

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photo_camera El público atiende a uno de los conciertos del ciclo de la escuela.

El ciclo de Conciertos en Progreso II  acoge mañana a las 20,15 horas un tributo al compositor coruñés Marcial de Adalid

En el pazo de Lóngora, en Oleiros, se reunían a mediados del siglo XIX intelectuales de toda España, de la talla de Emilia Pardo Bazán. Famosos los invitados, no tanto el anfitrión, Marcial de Adalid, un compositor coruñés  profundamente influido por la obra de Chopin, al que siempre quiso conocer. No se sabe si lo consiguió o no, porque apenas se ha estudiado su figura, pero sí se conocen algunas de las composiciones que dejó el artista coruñés, la mayoría para piano.


El homenaje a de Adalid


De Adalid tuvo una profunda formación cultural desde niño, "reflejada en sus partituras, que siempre empiezan con textos de Lamartine o Byron", cuenta Clara Silva-Jensen. Ella es la directora del conservatorio Karl  Nielsen, con sede en la calle Progreso, que mañana a las 20,15 horas acoge el concierto "Nas sonoras salas de Lóngora",  un peculiar homenaje al compositor coruñés, a través de siete de sus obras. Esta función, que cuenta con el apoyo de la Fundación Florencio Álvarez,  se incluye dentro del ciclo Conciertos en Progreso II.

No solo se trata de un recital tributo, sino que "la intención también es acercar la música clásica a quienes no la conocen, por eso utilizamos un formato performance, aúnando música, narración e imágenes, con el resultado de un concierto más llevadero, de apenas 50 minutos de duración", asegura Sila-Jensen. 

La  interpretación del homenaje "Nas sonoras salas de Lóngora" corre a cargo del pianista Iban Fidalgo, el violinista David Martínez y Abraham Herrero, el narrador que descubrirá "la persona que hay detrás de la música, enfatiza ladirectora del Karl Niesen. 

La propia Jensen interpretará dos obras, una de ellas de Fanny Garrido, el pseudónimo empleado por Eulalia de Lians, poeta y esposa de Marcial de Adalid. "Soedades' es un obra que empieza con 'Aires, airiños aires', un guiño a Rosalía y a la nostalgia que sintió también al estar lejos de Galicia", explica la directora. 

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