REPORTAJE

Burro, del campo al callejero

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photo_camera Elsa Pérez, Cristina Fernándesz-Armesto, David Lema y Bernardo Varela con Douro, en la inauguración.

Blanca, Candela, Douro o Pepe son algunos de los vecinos de cuatro patas que acudieron ayer a la inauguración de una calle en su honor. San Salvador dos Penedos, en Allariz, ha sido el primer pueblo en sumarse a la campaña "¡Vaya burrada!" y dedicarle una calle al burro.
 

Un tramo del Camino de Santiago a su paso por San Salvador dos Penedos (Allariz) lleva desde ayer el nombre del burro. Este simpático animal de cuatro patas, que durante años fue compañero de fatigas en los hogares del rural, recibe de esta manera el homenaje de varios colectivos gallegos con el ánimo "de que el burro no caiga en el olvido", reivindica Cristina Fernández-Armesto, de Casa Grande de Xanceda, entidad promotora de la campaña "¡Vaya burrada!".

Conscientes de la importancia de reivindicar el papel y las funciones del burro en la actualidad, ellos mismos tienen dos ejemplares que sirven de "guarda-vacas" contra los lobos en su granja de Mesía (A Coruña), desde Casa Grande de Xanceda pusieron en marcha "¡Vaya burrada!".Inicialmente el objetivo era solicitar, a través de Change.org, un emoticono del burro en Whatsapp.

Sin embargo, el proyecto ha dado un paso más y ahora buscan que al menos que en cinco ayuntamientos de España se inaugure la calle del Burro. "Antes había una en Madrid y nos cuentan que la quitaron por las quejas vecinales, decían que era peyorativo", matizaba Fernández-Armesto.

Que mejor que Allariz, y más concretamente la aldea de San Salvador dos Penedos donde una manada de 17 ejemplares vive en semilibertad tras ser rescatados por la Asociación Andrea, para inaugurar la primera calle del Burro. Tras conocer el reto "nos pareceu axeitado porque levamos moitos anos traballando con Andrea", reconocía el concejal de Medio Ambiente, Bernardo Varela, que lamentaba como estos animales son los penúltimas víctimas del abandono del rural. "Este animal que antes era un valor engadido en calquera casa galega, agora é o último da corte", dijo.

Emocionados por la elección de San Salvador para inaugurar el callejero del burro, y agradecidos por la donación de 2.500 zanahorias dentro de la misma campaña, Elsa Pérez y David Lema de la Asociación Andrea señalaban que "la filosofía de Andrea no es tener un santuario del burro en San Salvador, sino que los burros estén en el rural, en las familias, porque tienen mucho que aportar a las personas".

Y en San Salvador, donde viven más burros que personas, lo saben bien tras gestionar más de 500 adopciones por toda Galicia y contar con una lista de espera de gente interesada en acoger a ejemplares de la raza asnal. Sobre las funciones del burro en el siglo XXI, en Andrea lo tienen claro: son protagonistas de programas terapéuticos, de ocio y educativos, llevan a cabo labores de pastoreo en una zona de gran protección de la Reserva de la Biosfera Área de Allariz, sirven de reclamo turístico y con su leche, elaboran jabones naturales.

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