Atrás quedan para los alaricanos tres días consecutivos de fiesta carnavalera, con dos tradicionales actividades como broche de oro
La villa alaricana se vistió con las tradicionales vestimentas de color negro y colores oscuros para cerrar el ciclo 'entroideiro' de 2017. La Praza Maior fue el prólogo de la despedida. Decenas de alaricanos se juntaron para llorar en el costumbrista 'pranto' con la posterior 'queima' do Meco en el Campo dos Brancos.
Los alaricanos caminaron iluminando su paseo con las velas que portaban dando luz al final del Entroido. Un vecino vestido de cura con un megáfono reunió al resto a su alrededor para entonar unas palabras antes de despedir al Meco.
Las más animadas acompañaron esas palabras con pañuelos blancos para secarse unas sentidas lágrimas de despedida.
Un programa completo
Pequeños, adultos y mayores dejan atrás tres días de fiesta carnavalesca donde hubo una programación para todos los públicos. Los más jóvenes bailaron y lucieron sus disfraces con el desfile infantil, mientras que los más mayores bailaron al son de la música de la batucada, degustaron una cachuchada y se juntaron para presumir de sus galas en las comparsas que colorearon las calles alaricanas.
