BAIXA LIMIA

Lobios recupera parte del monte quemado en 2017

Los trabajos incluyen nuevas plantaciones y también tratamientos silvícolas para la restauración ambiental de los terrenos

nLa restauración ambiental de las zonas calcinadas por las llamas en octubre del año pasado en el Parque do Xurés es el objetivo de varias comunidades de montes de la Baixa Limia que se han puesto manos a la obra para reforestar y regenerar áreas quemadas y para llevar a cabo medidas de prevención en zonas de especial protección.

Es el caso de los montes de Puxedo, Guende y A Cela, en donde el año pasado ardió el 80% de las algo más de mil hectáreas de comunal. La comunidad de montes ha proyectado actuaciones por valor de 120.000 euros que incluyen la restauración ambiental de la "carballeira" de A Ladeira (ya efectuada), la del entorno del río Mao que contempla la rehabilitación de tres molinos para integrarlos a una ruta existente, así como la trituración y retirada de la madera quemada y la reforestación en la zona del Foxo do Lobo de Guende y San Rosendo, en A Cela. La Junta Rectora, que ha aprobado la construcción de un depósito de agua para las motobombas en O Portiño, también está inmersa en la redacción de un plan de ordenación.

Sin salir de Lobios, pero en la parroquia de Río Caldo, los comuneros ultiman los trámites para llevar a cabo tareas silvícolas (poda, desbroce, desbaste) y de resforestación. Los trabajos contemplan el entorno de O Viveiro, dentro de las mil hectáreas que ardieron al año pasado en la zona de la Sierra de Santa Eufemia, como en los perímetros de protección de los pueblos y en terrenos no afectados por las llamas pero de gran valor natural como A Costa da Virxe. Los comuneros de Serra do Xurés-Río Caldo, Serra de Santa Eufemia y Montes de Lobios ya aprobaron el año pasado un plan antiincendios que pasa por la organización de los montes y el desarrollo de medidas y proyectos de forestación con especies autóctonas. 


Corredor verde


En esta línea, algunas de las actuaciones que llevarán a cabo en los próximos meses, persiguen completar la creación de un corredor verde desde Río Caldo hasta A Portela que permita frenar el paso de las llamas en caso de incendio. Para ello cuentan con el dinero procedente de la venta de la madera quemada (exigido por ley), pero también la del pino verde que retiraron el año pasado para hacer una plantación de 1.700 castaños y alguna subvención.

A estas acciones hay que añadir las desarrolladas por asociaciones como Corga de Barxés, Arnau y Axuge.n

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