PROVINCIA

La madera deja pérdidas millonarias en Entrimo

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photo_camera La madera quemada todavía se puede ver en los montes de Entrimo.

Comuneros acusan al Concello de no cortar los árboles calcinados en 2016
 

Un grupo de comuneros de Entrimo, que está en pleno proceso judicial para lograr la titularidad de los montes de A Illa, Terrachán Oeste, Ferreiros de Abaixo y O Casal e Barrios de Terrachán Leste que a día de hoy está a nombre del Concello, advierte que "non dubidarán" en ejercer las acciones legales que consideren oportunas para reclamar al Concello de Entrimo los 800.000 euros que, según calculan, se perdieron "pola continua oposición do alcalde á curta e poxa da madeira queimada nos incendios do 2016", señala en un comunicado el secretario de los comuneros, Ángel Calderón, al tiempo que consideran que el regidor "deixa podrecer a madeira" pese a los mandatos de la Xunta de hacer una subasta y reinvertir la totalidad del dinero en el monte.

Los hechos, que se remontan a septiembre de 2016 cuando un gran incendio arrasó 3.000 hectáreas de arbolado, implica además un riesgo para las personas y daños al ecosistema, por el problema con la plaga del pino procedente de Portugal. En el comunicado, los comuneros también cuestionan el proceso que acabó por poner el monte ahora en litigio en manos de una empresa maderera y que contó con un "informe moi dubitativo da secretaria municipal", dicen sobre un contrato firmado en 2007 y que incluía una serie de inversiones por las que también preguntan al grupo de gobierno socialista.


Ataque político


Desde el Concello, el regidor Ramón Alonso cree que está siendo objeto de un ataque político, "orquestado por gente de fuera y desde arriba", si bien se muestra totalmente de acuerdo con los daños ambientales y pérdidas económicas que está acarreando esta situación. Alonso mantiene que el Concello no puede hacer la subasta, "una vez que el tema está en el juzgado, nosotros tenemos que atenernos a ello" y aseguró que "se solicitó permiso para retirar una serie de ejemplares que estaban causando daños y la Xunta dio la callada por respuesta".

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