El Concello de Calvos de Randín y la Xunta se enzarzan por la responsabilidad de la limpieza
En el verano potencialmente más peligroso desde el fatídico 2006 -condiciones climatológicas y demográficas adversas, derivadas de la profunda sequía y del despoblamiento-, en las semanas críticas de los picos de incendios, pistas forestales y caminos auxiliares del Parque Natural do Xurés están sin limpiar e inutilizados en su función de cortafuegos.
Este año no ha habido desbroce en las sendas del área oriental del parque, donde se declaró un fuego el miércoles 15 de julio que arrasó al menos 130 hectáreas de espacio protegido. En la gravedad del incendio influyó el estado de las pistas, según indica personal de extinción del fuego. Lo aconsejable, recuerdan, es desbrozar el doble de espacio en relación a la altura de la vegetación lindante y eso no se produjo, tampoco se sanearon caminos, que ejercen una función protectora frente al fuego. La maleza en las pistas, además, impide que los caminos se puedan utilizar como puntos seguros para apagar los fuegos. Las fotografías, tomadas el martes en el parque, ya después de extinguido el incendio, muestran el abandono de muchos de los caminos.
La Consellería de Medio Rural aseguró esta semana a La Región que "a responsabilidade é do Concello de Calvos de Randín -donde se ubicó el grave incendio- porque a competencia da limpeza é municipal"; todo ello en virtud de un convenio entre ambas administraciones para mantener saneado el Parque natural en los municipios que corresponda. Desde el concello, Aquilino Valencia, el alcalde socialista, responde: "Non hai tal convenio. Non existe".
La Consellería insiste en que "todos os anos se asinan convenios cós concellos para limpar pistas. E Calvos asinou o último convenio de prevención no 2009". "Levo oito anos no cargo e non sei nada de tal cousa -replica el regidor-. O que facemos é pedir, verbalmente ou por escrito, aos responsables do parque que se limpen as pistas. Algún ano teñen desbrozado. Este ano, non".
En el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, el espacio protegido de máxima calificación más grande de Galicia -casi 30.000 hectáreas-, no se limpian las pistas. Al menos, en el área oriental, que formó parte de la ampliación del parque en el año 2009. La Xunta, realmente su departamento de Medio Rural, reconocen que si no las limpian los concellos, "quedan sin limpiar". "É increíble e irresponsable", piensa Aquilino Valencia al respecto de esta situación.
En Medio Ambiente, el otro departamento con competencias en el espacio protegido, no hacen comentarios sobre incendios en el parque: las competencias en estos incidentes, señalan, son de Medio Rural. La Lei de Conservación da Natureza, de 2001 -parcialmente reformada en 2007-, especifica que la Red gallega de espacios protegidos se crea bajo la competencia de la Comunidad Autónoma.
"O secretario xeral de Montes chegou ao lume ao día seguinte preguntando por qué non se controlara antes se había tanta pista. Subírono ao monte e mostráronlle como estaban as pistas", cuenta un agente forestal en relación a la visita de Tomás Fernández-Couto el día 16 a Calvos. Ante la prensa, Fernández-Couto se quejó de la actividad incendiaria y pidió colaboración a la población para perseguir a quienes queman el monte. El incendio duró tres días y se perdieron, además, 28 hectáreas de bosque autóctono (carballos y vidueiros).
