La recuperación del Xurés ardido entra en la recta final

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photo_camera La conselleira, en el centro de la imagen, y sus acompañantes en un terreno acolchado con paja

Más de 200 hectáreas de monte fueron acolchadas con paja o con restos de madera cortada y picada

Los trabajos para recuperar los montes quemados durante el pasado mes de septiembre en el Parque Natural do Xurés, en los municipios de Entrimo y Lobios, acabarán en el presente mes de diciembre. Así lo anuncio ayer la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, que visitó las actuaciones que se están realizando en varios puntos del municipio de Entrimo.

Acompañada por los regidores de Lobios y Entrimo, el director general de Producción Forestal y la delegada territorial de la Xunta. Ángeles Vázquez resaltó la labor que se está realizando en la zona "apra recuperar a vexetacion e o potencial forestal", además de reparar infraestructuras agrarias que fueron dañada por el fuego. Las actuaciones específicas tienen como objetivo la consolidación de suelos y el control de los riesgos de erosión, al tiempo que se realizan sembrados regenerativos y se elimina la madera quemada sin valor en el mercado para mejorar la regeneración del arbolado.

Durante la visita también mejorar las infraestructuras forestales en las zonas quemadas, reparando las cunetas y las obras de paso para facilitar la capacidad de evacuación de las aguas, al tiempo que se acomete la recuperación de cierres ganaderos afectados.

En estos momentos la Xunta está realizando este tipo de tareas en siete municipios de la provincia de Ourense afectados por los incendios y que son, además de Entrimo y Lobios, Avión, Boborás, Melón, Monterrei y Muíños.

En el caso concreto de Entrimo que visitaba la conselleira, durante las últimas semanas se procedió a cortar y picar restos no maderables en unas 55 hectáreas, procediendo a cortar y astillas más de 63.000 pies. Por lo que se refiere al tratamiento de la erosión, los operarios contratados pusieron en ejecución la técnica conocida como "mulching", que consiste en distribuir paja y otros materiales de origen vegetal en las zonas afectadas, bien manualmente o bien arrojándola desde un helicóptero ("helimulching"), para regenerar los suelos y evitar arrastres por las lluvias. De esta forma, se atendieron 125 hectáreas mediante helimulching y otras 20 hectáreas de extendido de paja a mano.

También se acometieron tareas de sujección de terrenos y sedimentos, reposición de cierres ganaderos y se realizaron mejoras en 16 kilómetros de pistas.

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