Francisco Tesouro Rejo, sacerdote

Como sacerdote, amigo del sacerdote que acaba de fallecer, don Francisco Tesouro Rejo, quiero expresarte, en mi nombre y en el de mis feligreses, algunos sentimientos sobre el fallecido.
Hablando con él, dialogando con él sobre temas de Religión, parecía que había estudiado la Teología después del Concilio Vaticano II. Siempre le gustó estar al día en los temas religiosos y políticos. Para ello leía mucho y participaba en las jornadas de formación y reflexión que tenemos los sacerdotes dos veces al mes.

El Señor le dotó de muchas cualidades humanas y cristianas: era inteligente, poseía muy buena memoria, tenía buena voz y mejor oído musical. Y estas dotes las puso siempre al servicio de su ministerio sacerdotal.

Como compañero y párroco estaba siempre dispuesto a ayudar. Ya enfermo, no sabía decir un no cuando le pedías una ayuda. Estos días muchos feligreses y conocidos de él me han comunicado este agradecimiento.

Apreciaba a las personas que trataba. Muchas veces le oí decir: 'Lo has hecho muy bien'. Y como estimaba a las personas, valoraba el tiempo de éstas: nunca le vi llegar tarde a una reunión. Me dijo muchas veces: 'Si es pobre no le cobro'.

Cuántas veces le oímos cantar: 'Si vivimos, vivimos para Dios; si morimos, morimos para Dios; en la vida y en la muerte somos de Dios'.

Sus feligreses y los feligreses de Abeleda, Armariz, Vilar de Ponte Ambía y Xunqueira de Ambía, y todos los que le conocimos, damos gracias por su vida al Señor de la vida. Y sabemos que el Señor ya es su Pastor.

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