LIBERTAD: ¿SOMOS PENSADOS POR EL SISTEMA ESTABLECIDO?

La mayor parte de los conflictos surgen muchas veces de la relación del individuo con la sociedad.
La persona como tal se enfrenta a una serie de roles de los que se esperan un comportamiento y un papel, a cambio el sistema, la sociedad retribuye ese rol con compensaciones ya sea sociales, económicas, emocionales o de otro tipo. Sin embargo esto plantea la disyuntsu su origen tiene derecho y capacidad para ser libre. De igual manera, tenemos un cuerpo al que mantener, que si no funciona correctamente tampoco podremos avanzar en la vida. Expuesto lo anterior también se platea la disyuntiva de ¿en qué medida el espejismo de la vida nos conduce a alguna parte? Porque la vida cotidiana no deja de ser una rutina impuesta cada día, de casa al trabajo, etcétera.

No quiero con esto fustigar que el ser humano no deba de trabajar o cumplir como pieza de un mecano una tarea encomendada. No, me refiero, a que muchas veces no somos verdaderamente libres porque somos pensados y condicionados por la necesidad económica, afectiva, social, laboral? Para estar libres de todo lo anterior habría que trascender dichas realidades y no siempre es posible. Sin embargo sí hay algo posible y necesario, la cualidad del hombre para perseverar en sus metas y luchar con valentía hacia los objetivos que pretende conseguir. La otra meta sería transformar este sistema para nosotros ser artífices del mismo, creadores, y no sólo víctimas. Para ello deben de cambiar muchas ideas, estructuras, sistemas políticos organizativos y, como no, la educación, una educación basada más en la imaginación creadora que en la memoria o el conocimiento encorsetado.

Yo estimado ciudadano, elijo no ser manipulado por el sistema, que me impone a veces criterios o normas que no siempre son justas, aunque sí legales; o que me dicta e impone ideas, que no siempre son veraces ni reales.

Para terminar, me refiero a tantos correveidiles de la media verdad política, y de la mendacidad de medias tintas, a esos que a pesar de ser señalados con el dedo se escapan y siguen manteniendo estructuras de poder que ya no nos sirven para casi nada, pero que nos enclaustran y atrapan en la crisis, el paro, la ignorancia o la desinformación. Propongo pues que todos a una, como Fuenteovejuna, digamos no, para no seguir siendo pensados por un sistema gastado, caduco, y que marcha a remolque de los acontecimientos.

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