La oposición critica que sus mociones se conviertan en ruegos para evitar que el PP pierda la votación
La Corporación celanovesa acordó ayer en pleno bautizar como Camiño de Curros una de las calles adyacente a la Curros Enríquez, que comunica por las traseras desde la Casa dos Poetas hasta el lavadero. La propuesta, que surgió como iniciativa vecinal, contó con el respaldo unánime del resto de la Corporación, que también sacó adelante una moción presentada por el BNG "contra o desmantelamento e supresión dos servizos públicos no centro de saúde de Celanova", relataba el portavoz Leopoldo Rodríguez Puga.
Una unanimidad que, desde el partido socialista, confían en que se mantenga para reconocer la personalidad política y humana de Benito Cancela, último alcalde republicano de la villa, obligado a dejar la alcaldía con el alzamiento de 1936. "Penso que é necesaria a rehabilitación da súa figura despois dunha vida de persecución e sufrimento, que o Concello edite o traballo do historiador Pablo Sánchez e que se propoña o seu nome para unha rúa", solicitó a viva voz la portavoz socialista, María Jesús Bóo, después de que la petición fuera rechazada como moción y considerada como un ruego.
El alcalde, José Luis Ferro, advirtió que la figura de Benito Cancelas "non é para nada esquecida para esta institución, pode ser desconocida para algúns" y aseguró que han sido varios los historiadores que la han estudiado y que en la junta de gobierno de julio ya se ahondó en la necesidad de hacer algo para potenciarla. Ferro aseguró que han hablado con Sánchez para ver de que manera pueden colaborar con la edición y, sobre la calle, si bien advirtió que "houbo moitos alcaldes" que podrían merecerlo, animó a los socialistas para que propusiesen una travesía y que se estudiaría.
Interpretación
La decisión del grupo de gobierno de no admitir a trámite la moción de Cancelas, por considerar que es un ruego atendiendo al artículo 97 del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las entidades locales que lo define como "la formulación de una propuesta de actuación dirigida a algunos de los órganos de gobierno", molestó a la oposición. "Imos ter que faer unha relación das mocións que se nos impide debatir e que afectan a vida coitiá dos veciños", advertía Bóo. Los nacionalistas también criticaron esta interpretación del reglamento de los populares "que fan mutar as nosas mocións", definía el portavoz.
