Autoridades políticas y policiales respaldaron a la familia en el aniversario
La iglesia de Vilanova dos Infantes, en Celanova, albergó ayer una emotiva y reivindicativa misa de aniversario de Adolfo Enríquez, párroco de Vilanova dos Infantes que falleció hace tres años víctima del asalto a la casa rectoral, un crimen aún sin resolver que incluyó el robo de la imagen de la Virxe do Cristal.
Feligreses, amigos y autoridades políticas y policiales quisieron estar al lado de la familia que, tras agradecer su presencia, volvió a mostrar públicamente su respeto a la labor realizada por parte de la Guardia Civil y apeló a la confianza y la serenidad para que "más pronto que tarde esas alimañas estén donde tienen que estar", dijo su sobrino y portavoz, José Manuel Enríquez, a quien le pareció, cuanto menos llamativo, que "cuando toca el momento de ensalzar su figura, saquen cosas del ámbito procesal".
Adolfo Enríquez llevaba cuatro décadas siendo el titular de la parroquia, así como el custodio y protector de la diminuta imagen del siglo XVII. Un hombre bueno, cariñoso y solidario, tal y como le recordaron los presentes, que realizó grandes logros en Vilanova como fue el cementerio, el velatorio, la cripta del Cristal e incluso se arregló el campanario afectado por una tormenta. Por no hablar de la importante labor social y que, lamentablemente, acabó por costarle la vida.
El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, que confesó estar realizando una excepción presidiendo la misa de aniversario por la situación extraordinaria y violenta de una muerte aún sin esclarecer, aseguró que "dóenos esta situación de certo impás ou punto final" y reclamó con ahincó la aparición de la imagen de la virgen. Un trabajo competencia de la Guardia Civil y que también defendió el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, quien dijo que "el cierre del caso no existe ni para mí, ni para estos señores de verde", para señalar que seguirán trabajando "para cerrar cosas que siguen pendientes".
