Futuros periodistas, físicos, diseñadores gráficos o historiadores son algunas de las profesiones que se dan cita en Celanova para participar en el campo de trabajo audiovisual.
De Taiwán, Grecia o Francia, además de diferente comunidades autónomas españolas incluida la gallega, son los lugares de procedencia de los jóvenes participantes en el campo de trabajo sobre el audiovisual gallego que estos días se celebra en la villa de San Rosendo. Una actividad que, después del exitoso curso de verano sobre el sector celebrado a principios de mes, vuelve a poner a Celanova en el epicentro del audiovisual gallego. "Tenemos un grupo genial y creo que va a dar muy buenos resultados", señalaba Rubén Kao, director de la actividad que este año se ha marcado como objetivo la creación de un spot turístico sobre el rural celanovés. Una propuesta que, además de conocer el amplio y variado patrimonio local, permite a los participantes contactar con los lugareños y conocer sus costumbres y tradiciones.
Atraídos por la temática del programa, que nada tiene que ver con los campamentos de arqueología o ambientales que predominan en este tipo de oferta juvenil, los participantes se lo están pasando en grande rodando y conociendo el rico patrimonio local. "Es algo diferente en una zona interesante, además de que siempre puedes aprender cosas nuevas del audiovisual", destacaba el coruñés Víctor López, estudiante de Física.
De una página web con cientos de campos de trabajo por todo el mundo, las taiwanesas Sunny y Flora escogieron el de Celanova por su contenido y ubicación. "Fue más difícil encontrar el albergue municipal, que la propia villa de Celanova", bromeaban las caras más exóticas de este campo de trabajo, al cual llegaron en coche acompañadas de sus progenitores.
El mercado semanal celanovés fue el escenario escogido para la grabación en la jornada de ayer. Un día en el que recibieron, además, la visita del alcalde José Luis Ferro y la delegada territorial Marisol Díaz. "Una de las cuestiones que más les llama la atención es el Monasterio y la amplia oferta turística que hay en la zona, preguntan mucho el número de habitantes que tiene Celanova", reconocía Kao, que también destacó que "la gente que viene de fuera también se sorprende de que la mayoría de las cosas sean gratis".
