Con tajes llamativos, "farrapos" o simplemente una peluca, nadie en la parroquia se quiso perder la alborada dominical
Vistosos y galantes, los Galos de San Pedro de A Mezquita, en A Merca, volvieron a demostrar su poderío en el recorrido por las aldeas de la parroquia en su primera salida del Entroido. La iglesia parroquial, una joya declarada Bien de Interés Cultural, fue el epicentro de las celebraciones dominicales de donde salieron los Galos a primera hora de la mañana, contagiando con la música y su colorido a sus cada vez menos y envejecidos habitantes.
Las agujas del reloj marcaban las once y media cuando, coincidiendo con la salida de la misa, los Galos hicieron acto de presencia para recordar a los feligreses que el de ayer era un día de fiesta y no de rezos. Hubo quien pedía huevos, pero la mayoría solo buscaba marcarse unos bailes con sus vecinos y amigos.
Las celebraciones carnavaleras regresarán el martes por la tarde, si la climatología lo permite, con motivo de la "monta do Galo". Según relataban los locales, ese día aparecían los "feos" para tratar de atrapar a los Galos (desprovistos, eso sí de sus sombreros y cintas galantes) con el objetivo de que pagaran una ronda en el bar más cercano.
