Conseguir un monte multifuncional que convine el aprovechamiento deportivo, maderero y la producción agroganadera, motivó hace cinco años la puesta en marcha de una hacienda en la montaña de Amoroce, en Celanova.
Arrendado el comunal, que hoy supera las 200 hectáreas, Roberto Álvarez inició la dura tarea de transformar un monte abandonado en el pastizal que hoy cobija 100 cabezas de ternera Salers, 'unha raza francesa con boas aptitudes de traballo, leite e carne que se adapta moi ben os nosos montes', explica este agricultor al que el boca a boca le ha convertido en guía de su propia explotación. 'Nos últimos meses recibín 100 persoas interesadas en coñocer o funcionamento da Facenda do Agro', apunta.
En marzo de 2006 desembarcaron las primeras 25 vacas Salers. Desde entonces el rebaño se ha multiplicado y también la oferta de Álvarez. Cuando ya tenía la carne, su hermano le sugirió la posibilidad de elaborar hamburguesas. 'Ca receita da miña nai e o inxenio dun amigo alemán xurdiron as galeguesas', recuerda. Una variante de la hamburguesa, patentada y registrada por Álvarez, que está elaborada con carne 100% ecológica criada en la montaña celanovesa y le ha permitido promocionarse por media España. 'É unha forma diferente de comer carne', advierte mientras prepara los últimos pedidos para restaurantes y comedores escolares. 'Aos nenos sempre lles digo que as galeguesas son fruto da limpeza do monte'.
Hacer de la montaña algo vivo es el principal objetivo de este ganadero celanovés que confía en poder generar los primeros puestos de trabajo en un futuro próximo. Por el momento, se dedica en solitario a la alimentación del ganado, cuidado de los pastos, la construcción del establo y el despiece y venta directa de los productos cárnicos desde la sala de despiece sita en la plaza de abastos. 'É moi importante que a facenda sexa o máis autónoma posibel e para iso é preciso controlar todo o ciclo da carne e impulsar o comercio local', aconseja.
En marzo de 2006 desembarcaron las primeras 25 vacas Salers. Desde entonces el rebaño se ha multiplicado y también la oferta de Álvarez. Cuando ya tenía la carne, su hermano le sugirió la posibilidad de elaborar hamburguesas. 'Ca receita da miña nai e o inxenio dun amigo alemán xurdiron as galeguesas', recuerda. Una variante de la hamburguesa, patentada y registrada por Álvarez, que está elaborada con carne 100% ecológica criada en la montaña celanovesa y le ha permitido promocionarse por media España. 'É unha forma diferente de comer carne', advierte mientras prepara los últimos pedidos para restaurantes y comedores escolares. 'Aos nenos sempre lles digo que as galeguesas son fruto da limpeza do monte'.
Hacer de la montaña algo vivo es el principal objetivo de este ganadero celanovés que confía en poder generar los primeros puestos de trabajo en un futuro próximo. Por el momento, se dedica en solitario a la alimentación del ganado, cuidado de los pastos, la construcción del establo y el despiece y venta directa de los productos cárnicos desde la sala de despiece sita en la plaza de abastos. 'É moi importante que a facenda sexa o máis autónoma posibel e para iso é preciso controlar todo o ciclo da carne e impulsar o comercio local', aconseja.
