Elevar a producto turístico el producto comarcal es el objetivo de los concellos de Bande, Celanova y Verea, que han liderado un viaje formativo por tierras de Castilla a los alumnos del taller "San Rosendo".
Un grupo de 30 personas entre representantes locales, técnicos y monitores y alumnos del taller de empleo "San Rosendo", que comparten Celanova, Bande y Verea, ha participado en un viaje formativo por tierras de Castilla para conocer los proyectos de explotación y gestión del patrimonio. "Levamos aos alumnos a lugares moi similares aos nosos para que viran as posibilidades de futuro que pode ter o turismo coa finalidade última de conseguir que, ao menos, deste obradoiro saia un grupo de traballo que sexa capaz de sacar adiante unha cooperativa turística", resumía el regidor celanovés, José Luis Ferro.
Todo el proyecto del "obradoiro" que, desde finales de noviembre se ha desarrollado en la villa de San Rosendo, ha tenido como objetivo analizar el patrimonio cultural y sus diferentes vías de promoción con el objetivo de salgan, del sector privado, colectivos y empresas que puedan gestionar y liderar la oferta turística en la comarca. "Nesta zona temos recursos de primeira magnitude dos que, ata agora, non se conseguiu o grado de comercialización para elevalos a producto turístico", reconocía Antonio Piñeiro, técnico de Cultura celanovés y coordinador del viaje por tierras castellanas.
Desde la visita al yacimiento romano de La Olmeda hasta la villa del Libro de Urueña, pasando por la capilla mozárabe de San Cebrián de Mazote, "todos foron exemplos de como sacarlle partido a nosa comarca", enfatiza Piñeiro, en comparación con los yacimientos Aquis Querquennis y Castromao o los templos de Santa Comba, San Miguel o el propio Monasterio de San Rosendo. Un patrimonio que "ten una dimensión global", afirma después de visitar la sillería de San Benito el Real (en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid), en donde el abad de Celanova tenía asiento propio dedicado a San Rosendo.
Ejemplos como Atapuerca que, más allá de ser un referente en el mundo de la arqueología, ha permitido a técnicos, políticos y alumnado evaluar como pueblos alrededor del yacimiento han sabido aprovechar el tirón del nombre y generar dinamismo económico, con hoteles y restaurantes, pero también con otras vías de negocio como el turismo minero. "E igual que en Urueña desenvolveron o núcleo en torno ao turismo literario, en Vilanova podería artellarse en torno á artesanía e ás artes como unha evolución de Raigame", apunta Piñeiro.
La administración
La administración pública no se quiere quedar fuera del sector que, en palabras del regidor de Bande, José Antonio Armada, "é o principal motor que nos pode por na liña de saída da crise". Bande, Verea y, sobre todo, Celanova, evaluaron con interés el trabajo de la Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoo. La institución, pionera en el desarrollo de escuelas taller ligadas a la recuperación del patrimonio, cuenta con 103 empleados que desarrollan proyectos de puesta en valor del patrimonio cultural, natural y social a través de servicios de maquetación, catalogación, hostelería y hasta una residencia. "Nós temos o patrimonio e a Fundación Curros Enríquez, só é cuestión de lanzarse", concluía Ferro.
