Marisa Ruiz es enfermera y la vocal de la Asociación Diabética Auria
Las comarcas de Terra de Celanova y Baixa Limia han sido testigo este fin de semana de la cuarta jornada de convivencia educativa de personas con diabetes y sus familias, organizada por la Asociación Diabética Auria. La enfermera y vocal del colectivo, Marisa Ruiz, reivindica la importancia de desarrollar un plan educativo para facilitar y normalizar el día a día de los diabéticos.
¿Qué es la diabetes?
Es una enfermedad escondida, por eso nos gustaría sacarla más a la calle y, no solo el 14 de noviembre (Día Mundial de la Diabetes), sino todo el año. Porque para cuando uno percibe los síntomas, ya hace tiempo que la tiene y si no se cuida, puede derivar en problemas mayores.
¿Cuál es el objetivo de esta jornada de convivencia?
Compartir y disfrutar de la vida, porque es muy importante la sociabilización y pasar momentos con gente que tiene lo mismo que tú. Además de la parte lúdica, la convivencia ha incluido una charla sobre cuestiones básicas de la diabetes, desde cómo planificas los viajes a cómo cuidarse de la gripe. Para un diabético, levantarse por la mañana ya supone tomar un montón de decisiones (qué ropa me pongo, qué desayuno,...), todo condicionado por el índice glucémico. Yo siempre digo que la persona que toma más decisiones al día no es Mariano Rajoy, es un diabético.
¿Qué porcentaje de la población ourensana es diabética?
El 14% de los adultos es diabética tipo 2, pero es que el 50% de las personas con diabetes, no saben que lo son. En niños, todos los años se diagnostican en la provincia entre 10 y 12 menores y, cuando es pequeño, incluso le puede llegar a hacer gracia tener tanta maquinita. Pero cuando le diagnostican con 11 años la vida le va a dar un giro. Un niño con diabetes va a poder hacer una vida normal. Hay astronautas o deportistas diabéticos, pero hay que educar a ese niño a que podrá comer lo que quiera, pero en proporciones. Por eso es importante un programa educativo y de prevención. Enseñar a comer al paciente es básico, pero también visualizarlo en la sociedad y formar al profesional.
¿No están suficientemente formados nuestros sanitarios?
El problema es que no está contemplada como especialidad y no hay un relevo generacional. Paralelamente, los avances son enormes, muy importantes: bombas de insulina, sensores continuos de glucemia,... Pero la sociedad no avanza con él. El sistema de salud no lo cubre y de algunas de esas novedades solo se puede beneficiar quien tiene dinero para pagarlos.
