Delitos e infracciones penales mantienen una tendencia a la baja en la villa
La reunión de la Junta Local de Seguridad que ayer se desarrolló en Celanova ahondó en la necesidad de seguir reforzando la vigilancia en los días de feria en la villa, con el objetivo de evitar hurtos, además de potenciar la presencia de las patrullas en el rural donde reside población envejecida y dispersa geográficamente.
La reunión, en la que participaron miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Policía Local, estuvo presidida por el alcalde celanovés, Jose Luis Ferro, y el subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro. Este remarcó que la comarca tiene "un dos índices delituosos máis baixos da provincia. Celanova é unha zona tranquila, de convivencia fácil, e por iso non é doado cumprir co incremento do persoal que piden dende a Garda Civil". Castro sí que avanzó que se tramitará la solicitud para dotar de un etilómetro a la Policía Local.
Índices de delito
En el transcurso de la reunión se analizaron los datos relativos a la delincuencia en la comarca, entre enero de 2015 y septiembre de 2016, que expresan una tendencia constante a la baja tanto en los delitos como infracciones penales. "Os índices de esclarecemento soben levemente e as detencións descenden", enfatizaron los presentes en la reunión, si bien se matizó que en estos datos no están reflejados las ultimas operaciones contra el tráfico de drogas o robos. Donde sí se ha notado un ligero incremento ha sido nas "infraccións contra a seguridade vial e as administrativas".
En cuanto al homicidio del párroco Adolfo Enríquez, sucedido en Vilanova en 2015 y todavía sin resolver, Castro señaló que "o caso non está pechado, séguese traballando para pechar cuestións porque a Garda Civil non esquece nunca". El subdelegado del Gobierno hizo hincapié en la necesidad de presentar "probas concretas e irrefutables ao xuíz".
