CELANOVA

La reforma de la base evitará el derrumbe de Ponte Pedriña

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photo_camera Imagen que presenta Ponte Pedriña, en la parroquia celanovesa de Mourillós.

El Concello de Celanova recibirá 130.000 euros de Cultura para la reparación del paso sobre el Ourille 

El emblemático Ponte Pedriña, que comunica los concellos de A Bola y Celanova a través de la parroquia celanovesa de Mourillós, será objeto de una intervención integral para consolidar su estructura. Así lo confirmaba ayer el regidor local, José Luis Ferro, tras la firma de un convenio de colaboración con el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez.

El documento ratifica la colaboración autonómica para tratar de frenar un deterioro alertado ya en 2012 por el BNG, donde se corroboró la existencia de una grieta bajo el arco del puente que llevó al grupo de gobierno 'popular' a colocar, sin mucho éxito, una señal para prohibir el tráfico rodado en la zona. "Estamos moi satisfeitos por acadar esta axuda da Consellería de Cultura, doutro xeito sería moi difícil para nós poder actuar sobre a ponte", explicaba Ferro Iglesias, quien cifró en 130.000 euros la inversión prevista por el departamento que preside Román Rodríguez para tratar de frenar el deterioro.

En los últimos años, tal y como han constatado los responsables municipales, la grieta ha incrementado un 40% su tamaño, hasta alcanzar los 4,4 centímetros. "Non é que haxa risco de derrube, pero a súa situación é preocupante", matizaba el alcalde.

Los trabajos en Ponte Pedriña pasarán por la limpieza de la vegetación que tiene invadida parte de la estructura y la realización de un estudio geotécnico que aporte datos sobre el tipo de terreno en el que está asentado y la composición de la cimentación del arco, "co fin de deseñar a proposta de obras de consolidación e reparación máis axeitada", explicaban desde la consellería.

Una intervención que se completará, a su vez, con la restitución del pavimento de la calzada y la canalización de las tuberías de servicio que actualmente cuelgan sobre el puente.

El paso sobre el río Ourille data del siglo XVII y está incluido en el Inventario de Puentes Históricos de Galicia. No es la primera vez que el viaducto requiere de una intervención, a finales del siglo pasado ya se llevó a cabo una pequeña obra, cuyos restos de cemento todavía son visibles a día de hoy.

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