CELANOVA

Vecinos de Celanova reclaman justicia por Adolfo Enríquez

photo_camera Vecinos de Vilanova en el juzgado celanovés donde pasaron a disposición los dos únicos investigados.

El cierre judidical del caso no ha gustado en Vilanova, donde mañana habrá una misa en su honor

Resignación es una de las palabras que mejor define a los pocos vecinos que ayer se dejaron ver por el burgo medieval de Vilanova dos Infantes. La decisión de archivar el caso del asesinato del párroco Adolfo Enríquez y el robo de la imagen de la Virxe do Cristal sucedido en 2015, ni gusta ni la entienden los feligreses de esta parroquia celanovesa. "Isto pártenos o corazón", comentaba una vecina con los ojos puestos en uno de los lazos negros que todavía hoy presiden algunas ventanas de la plaza mayor.

A las puertas de conmemorase el tercer aniversario de la muerte del cura, mañana sábado está prevista la celebración de una misa en su honor a las 12,00 horas en la iglesia parroquial, la decisión judicial ha caído como un jarro de agua fría. Si bien la indignación en la comarca se instaló un frío mes de enero de 2016, con la detención y posterior puesta en libertad de los hasta ahora dos únicos investigados en el caso, dos hombres de nacionalidad croata que frecuentaban la casa rectoral. "La pena no nos la quita nadie, pero nos sentimos defraudados por los hechos que acontecieron después", aseguraba Antonio Gómez,  cura y amigo de Adolfo Enríquez que, tras el triste suceso, se hizo cargo de la parroquia de Vilanova, donde ni las réplicas realizadas de la imagen de la Virgen han devuelto la paz al lugar.

"Seguimos confiando en la Justicia y, por la seguridad del pueblo, esperamos que este caso no se olvide y se dé con los asesinos de don Adolfo", comentaba Manuel Riestra, propietario del único bar del pueblo en el que actualmente apenas residen 80 vecinos. "Cada vez somos menos y la gente está muy escéptica. Aquí no se habla nada", asegura tras conocer los últimos avances oficiales por la prensa.

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