CELANOVA

Vecinos de Verea paralizan una plantación en su comunal

photo_camera La finca de A Cardieira, donde se está llevando a cabo la plantación que rechazan algunos comuneros

Protestan contra la falta de información de la junta rectora que llevaba 9 años sin convocar asambleas 

Un grupo de hasta 18 comuneros de la parroquia de Santa María de Cexo, en el ayuntamiento de Verea, ha paralizado hasta en dos ocasiones los trabajos de reforestación en el monte de A Cardieira. La última vez, la semana pasada y a la que acudió la Guardia Civil, acabó con el envío de un escrito de protesta al servicio provincial de montes de la Consellería do Medio Rural e do Mar.

La decisión de obstaculizar los trabajos de reforestación, que han sido ordenados por la junta rectora de la Comunidad de Montes en Man Común, obedece "á actitude do presidente, que non da contas do que fai e tampouco consulta as obras ata que as leva a cabo", resumen los comuneros, representados por Camilo Montes, Delfín López, Juan Alonso, Manuel Lorenzo, Ramón Álvarez y Julio Ramón Rodríguez. Asimismo, aseguran que dicha junta rectora "nunca foi designada nin respalda en asamblea polo pobo nos nove anos que leva vixente, para nós é ilegal".

Los seis comuneros, que aseguran contar con el respaldo de 18 de los 28 comuneros que comparten la propiedad del monte, han solicitado amparo a la Consellería de Medio Rural. En un escrito con fecha de 11 de julio, exponen que no han sido informados ni han respaldado en asamblea la ejecución de la plantación, que se está ejecutando a través de una subvención autonómica para el fomento de la silvicultura en bosques de Galicia.

Plazo de dos meses

Asimismo, valiéndose de la firma de un 20% de los comuneros con representación en la comunidad, han remitido un segundo escrito al presidente de la junta rectora donde se le exige la convocatoria de una asamblea en un plazo máximo de dos meses "para empezar de cero, polo legal e onde presenten as contas", enfatizan los propietarios del monte con una extensión de unas 600 hectáreas y que cuenta con ingresos procedentes por los molinos del parque eólico que comparten con Bande.

La gota que ha colmado el vaso tras nueve años de consentimiento implícito, al no haberse manifestado públicamente contrarios a la actividad de la junta rectora, ha sido el terreno para llevar a cabo la plantación. "Xa houbo outras dous plantacións das que non nos pediron opinión, abriron unha pista cara ao monte e tamén levaron unha traída ao pobo de Barreiro", aseguran los denunciantes, que no están dispuestos a que "tres personas nos deixen sin o único monte que víñamos usando no día a día para os animais", concluyen.

Te puede interesar