Documentan por primera vez la vida prehistórica en un valle de Nasca

Un equipo de arqueólogos hispano-peruano, coordinado por el doctor Pedro V. Castro-Martínez de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha documentado por primera vez cómo era la vida de las comunidades prehistóricas

Un equipo de arqueólogos hispano-peruano, coordinado por el doctor Pedro V. Castro-Martínez de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha documentado por primera vez cómo era la vida de las comunidades prehistóricas del Valle de Nasca (Perú).

Según ha informado hoy la UAB, la investigación ha desvelado que la comunidad instalada en el Cerro de El Trigal desde el 700 al 150 antes de nuestra era ocupaba un asentamiento fortificado mediante arquitectura defensiva, y tenía un sistema político-económico de centralidad comunitaria que se organizaba desde edificios destinados a almacenes y actividades artesanales.

Desde el año 2005, el equipo de arqueólogos coordinado por Castro-Martínez desarrolla investigaciones arqueológicas en el yacimiento de El Trigal (Nasca, Ica), en un lugar declarado "Monumento Arqueológico Prehispánico".

En las investigaciones participan también un grupo de la Universidad de Almería, coordinado por Trinidad Escoriza-Mateu, un equipo de arqueólogos de Perú, bajo la dirección de Víctor F. Salazar Ibáñez, alumnado de universidades de Barcelona, Almería, Lima e Ica, y especialistas de diversas instituciones españolas, peruanas y chilenas.

El "Proyecto La Puntilla" tiene como objetivo el estudio arqueológico de las comunidades del Valle de Nasca, en la costa sur de Perú, durante el denominado periodo "Formativo" y de emergencia del estado regional centrado en Cahuachi.

Hasta ahora se han llevado a cabo una serie de campañas anuales de trabajos de campo y laboratorio, de cerca de un mes y medio de duración, que han permitido avanzar en las excavaciones en extensión del Trigal y en los análisis de los materiales obtenidos.

Según la UAB, las investigaciones han aportado hasta ahora interesantes novedades sobre la forma organizativa de las comunidades prehistóricas del valle de Nasca, no documentadas hasta la fecha.

En Cerro del Trigal se ha documentado una comunidad instalada desde el 700 al 150 antes de nuestra era en un asentamiento fortificado que contaba con un sistema político-económico de centralidad comunitaria, que suponía una organización gestionada desde de edificios destinados a almacenes y actividades artesanales.

También han investigado el asentamiento del Trigal III, donde hay constancia de una primera ocupación que se remonta a fechas cercanas al año 1000 antes de nuestra era, y donde hay un asentamiento rural del territorio que depende de Cahuachi, el centro político del valle de Nasca entre los años 150 ac y 400 dc.

En este enclave, ocupado tras el desalojo del Cerro del Trigal, se está considerando la hipótesis de que se instaló una hacienda, probablemente propiedad de algún miembro de la oligarquía del estado de Cahuachi.

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