El sector del libro afronta uno de los cambios más importantes en siglos, quizás, el más importante desde la aparición de la imprenta
El sector del libro afronta uno de los cambios más importantes en siglos, quizás, el más importante desde la aparición de la imprenta. La crisis económica, que en 2013 —a falta de datos sobre la evolución en 2014— hizo caer la facturación a niveles de 1994, las nuevas formas de ocio y, sobre todo, la aparición de nuevas plataformas y formatos de lectura, sitúan tanto a editores como a libreros en la encrucijada.
Xurxo Patiño, miembro de la Federación de Libreiros de Galicia y gerente de Librouro, una de las librerías de referencia en Vigo, apunta a la necesidad mejorar la labor de difusor de la cultura de estos establecimientos como una de sus fortalezas para mantenerse frente a la competencia —los grandes grupos de venta y plataformas por internet—. “Directamente ou mediante a organización de actividades como presentacións, contacontos, parladoiros, clubes de lectura e outras máis que aínda poden realizarse nas librarías”, destaca.
Patiño no ve en la crisis del libro una crisis de lectores —“se segue a ler igual, só que agora cómprase menos e iso vese en que aumentou a asistencia ás bibliotecas”, añade—, pero insiste en la necesidad de formar y atraer a los lectores más jóvenes, labor en la que colaboran activamente los docentes, pero teniendo en cuenta que sus hábitos son otros.
Patiño aclara que la crisis comenzó en el sector del libro más tarde que en otros sectores, por lo que prevé una recuperación más lenta, con el hándicap de que el comercio del libro electrónico tiene muy mal encaje en las librerías tradicionales. En este sentido, advierte del peligro de que la diversidad cultural y la oferta literaria se vea limitada en el mundo del libro al estar en manos de grandes grupos editores y plataformas de venta electrónica, que siempre primarán obras con las que prevean grandes éxitos de ventas.
Para este miembro de la Federación de Libreiros, el papel siempre estará vigente, porque es el más adecuado para ciertos formatos —como el álbum ilustrado y el libro infantil— y es mucho más cómodo en ciertos contextos. n
