Aspira a recibir este año a unas 35.000 personas y, a falta de una semana para que empiece, ya está cubierto prácticamente la mitad del aforo
La organización del Resurrection Fest, el festival de música metal y hardcore-punk que se celebra en la localidad lucense de Viveiro, aspira a recibir este año a unas 35.000 personas y, a falta de una semana para que empiecen a sonar los acordes de las setenta bandas que forman parte del programa, ya está cubierto prácticamente la mitad del aforo, con entradas vendidas en 32 países.
Lo confirmó en declaraciones a EFE el subdirector de este festival, David Méndez, quien espera que esta edición del Resurrection Fest, que se celebra entre los días 31 de julio y 2 de agosto, sea la más concurrida de su historia y la afluencia de público supere incluso a las 30.000 personas que llegaron a Viveiro el pasado año.
Para ello, la organización ha confeccionado un programa "cargado de iconos" de estos géneros musicales, como Megadeth, NOFX, Amon Amarth, Testament, Turbonegro y Lagwagon, que serán cabeza de cartel durante los tres días del festival.
En todo caso, la organización estima que los primeros asistentes se instalarán ya desde el lunes 28 en las zonas de acampada gratuita, distribuidas "entre la playa y la montaña" y, desde el martes 29, podrán disfrutar de una programación alternativa de conciertos en el centro de Viveiro, para "calentar motores antes de que arranque este gran acontecimiento musical".
Así, el martes 29 actuarán a partir de las 21.00 horas Ad Hoc, Twelve Sunsets y Truth Or Consequences en la Praciña da Herba; y el miércoles 30, la Plaza La Fontana acogerá los conciertos de His Anxiety, A Symphony For Hannah y Now I Am.
"La gente suele llegar una semana antes y nos pareció una buena idea para integrar el festival en la localidad", porque el "cuarenta y el cincuenta por ciento del público es gallego", pero el resto "viene de Europa y de otros lugares de España".
Méndez también recordó que el volumen de negocio generado por el festival en sólo tres días se acercó el año pasado a los tres millones de euros.
