CULTURA

Oriana Fallaci, una vida milimetrada para proteger su lado personal

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photo_camera Oriana Fallaci.

La periodista italiana Cristina de Stefano ha aprovechado para leer sus cartas y escribir la primera biografía

"Simpática, alegre, vital", así era la Oriana Fallaci que ha descubierto la periodista italiana Cristina de Stefano leer sus cartas personales para escribir la primera biografía autorizada de esta mujer de apenas 48 kilos y "dos caras", las mismas que hicieron que fuera amada y odiada a partes iguales.

Quizá porque en vida habría mandado "cortar la cabeza" a la persona que intentara escribir su biografía, es ahora, cuando falta un año para su décimo aniversario de muerte, cuando sale a la luz pública su faceta más personal, la que ha plasmado De Stefano en "La Corresponsal" (Editorial Aguilar).

Y lo ha hecho de un "modo claro, simple, narrativo, buscando llegar al lector inmediatamente", como lo hubiera hecho la propia protagonista de la obra, toda una "maestra" cuya primera regla era "no aburrir al lector".

Así, en esta narración, encargo directo del sobrino de la propia Oriana Fallaci (1929-2006), la autora ha querido sorprender sacando a la luz pública pasajes del archivo privado de la periodista, textos donde se deja ver cómo era una mujer que "amaba cocinar", con una vida "llena de alegría" y llena de "amores".

Una "donna" que tenía dos caras, la que "quería mostrar al exterior" y la que "quería esconder", porque durante toda su vida "eligió" la versión que quería mostrar.

"Tenía una profunda vocación por el trabajo, en su aspecto público. Tuvo una vida plena, no renunció a nada, como a menudo hacían las mujeres de su época. Ella era una gran contradicción en sí misma, una persona que tenía con una coraza para no tener dulzura por nadie, pero también una persona vulnerable y temerosa que se escondía tras esta máscara", ha contado a Efe De Stefano.

Pero también muestra pasajes que hacen entender cómo Fallaci "construyó" su fama, porque ésta "no apareció de repente". De hecho, cuando tenía 19 años, en 1947, ya escribía en "Il Mattino", un periódico de Florencia, su ciudad natal, que le permitía pagar la carrera de Medicina.

"Obligada a elegir entre la Medicina, que no me pagaba, y el periódico, que me pagaba, opté por el periódico", contaba la autora de "La rabia y el orgullo" como recoge "La Corresponsal".

Y es esta Oriana, como así se refiere De Stefano a su protagonista durante la entrevista, la que quiere dar a conocer: "La gran periodista que cambió la manera de entender el periodismo político, y la escritora italiana más leída del siglo XX".

"Oriana Fallaci pasará a la historia, o tengo esta esperanza, porque creo que el tiempo hará reposar las polémicas de la última Oriana, la de 'La rabia y el orgullo' (2002)", ha matizado sobre la mujer que se pasó toda su vida trabajando y por cuya grabadora y pluma pasaron los testimonios de personajes como el Ayatolá Jomeini, Muamar el Gadafi o Frank Sinatra.

Pero en su primera biografía autorizada, "la Fallaci" (como pasó a llamarse tras convertirse en la corresponsal de guerra más cotizada del momento) ha sido mostrada también como un personaje atractivo que pueda atraer al "público joven".

Al menos, éste es el "sueno" de De Stefano: "Sé que las personas que tienen más de cuarenta años la conocen, pero me apetecería acercar su figura al público joven, al que tiene 20 años, a los estudiantes que no la conocen o que tienen la imagen estereotipada de su crítica al islam, su última imagen".

Con este objetivo, la autora de la obra acerca al lector a esta misteriosa mujer de eterna melena y rictus inquebrantable que decidió coger un vuelo privado desde Nueva York para llegar a tiempo a su muerte en la ciudad que la vio nacer 77 años atrás.

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