CINE

Robert De Niro, padre orgulloso y sorprendido del Festival de Tribeca

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photo_camera El actor estadounidense Robert de Niro (i) y su esposa, Grace Hightower (d), posan a su llegada del Festival de Tribeca. (EFE)

El certamen cinematográfico nació en 2002 como rápida reacción para activar un barrio que había quedado ensombrecido por el atentado con las Torres Gemelas

El actor y cofundador del Festival de Tribeca Robert De Niro presentó hoy una nueva edición de este certamen, recordando que nació como un evento de edición única y que cumple ya 14 años. "Esperemos seguir ofreciendo apoyo a los cineastas y que ellos sigan sorprendiendo", aseguró.

El ganador de dos Oscar ofreció, junto a Jane Rosenthal, la otra fundadora del festival, la tradicional comida con la prensa que marca el arranque de doce días de cine y más de 100 películas.

Tribeca nació en 2002 como rápida reacción para activar un barrio que había quedado ensombrecido por el atentado con las Torres Gemelas.

Superada esa misión, en cambio, se ha convertido en uno de los certámenes más dialogantes con la comunidad y la realidad social, además del festival de cine más relevante de Nueva York basado no tanto en las estrellas como en los contenidos.

"14 ediciones. ¿Quién lo iba a decir? Este festival ha crecido de tantas y tan inesperadas maneras. Se ha convertido en una institución que ofrece un doble apoyo: a la comunidad local y a la comunidad profesional", añadió el actor de "Toro salvaje" o "Casino".

De Niro este año también clausurará el festival con una proyección especial de "Uno de los nuestros", en la que reunirá, 25 años después, a su director, Martin Scorsese, y parte del reparto.

Una vez más, el actor asumió su papel de reclamo pero dejó hablar a Rosenthal. "Ella es la encargada de que el festival siga en marcha", aseguró.

Rosenthal ha sido la que ha tenido la visión de organizar el festival con una programación que pisa fuerte en el género documental y que cree más en el cineclub con los espectadores que en las ruedas de prensa.

Este año George Lucas, Christopher Nolan, Harvey Weinstein o Eva Longoria charlarán sobre sus inquietudes cinematográficas y humanas, habrá homenajes a los Monty Python o a Frank Sinatra y también se verán películas de grandes maestros como los hermanos Taviani, Ken Loach o Neil LaBute.

Pero Rosenthal empezó haciendo una confesión: "El Festival de Tribeca ha tenido pensamientos impuros. Muchos de nosotros, ya de cierta edad, llegamos al mundo con la pureza del cine pero el mundo ha cambiado", aseguró.

"Antes todo el mundo venía con su película apadrinada con estudio. No había ni Twitter, ni Facebook, ni YouTube. Veíamos las películas en grandes pantallas, unas pantallas en las que ahora la gente no cree. Tenemos que asumirlo: las tecnologías han cambiado la manera de contar historias", reconoció.

Así, como buen festival "adolescente", Tribeca quizá destaca sobre los grandes monstruos sagrados del circuito -Cannes, Venecia, Toronto o Berlín- por abrazar los cambios de las plataformas sin reservas y, en la 14ª edición, ha propuesto unas instalaciones multimedia que exploran las nuevas maneras de narrar visualmente.

Esta plataforma, titulada Interactive Playground, es la que representa esta apuesta por los nuevos lenguajes. "Allí celebramos a todos los contadores de historias y ofrecemos materiales que, en el 80 % de los casos, no han sido vistos en ningún otro lugar", dijo.

Durante el 18 de abril, el festival ofrecerá la experiencia de periodismo de realidad virtual titulada "A Dark Night" que sitúa al espectador el día de la muerte de Travyon Martin, conectándole con las llamadas recibidas a la policía o con testimonios y recreaciones de este crimen racial.

También, bajo el nombre de "Sparse", se ofrecerá un concierto en el que los teléfonos inteligentes tendrán un papel esencial, o "Confinement", que recreará para el espectador la experiencia de estar preso en una cárcel de Estados Unidos.

Pero, eso sí, Rosenthal mantuvo que este festival se deja deslumbrar por la novedad pero no olvida sus orígenes. "Nuestros pensamientos impuros no nos alejan de nuestro amor al cine en pantalla grande. Tenemos una relación abierta con las nuevas tecnologías, pero somos fieles al cine", concluyó.

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