LITERATURA

Sierra Fabra:"He querido homenajear a los españoles asesinados en Mauthausen"

108078-944-550
photo_camera El escrito barcelonés Jordi Sierra i Fabra.

"Ocho días de marzo" es una historia que sitúa en plena huelga de tranvías, en 1951, y con la que quiere homenajear a los 7.000 españoles asesinados en Mauthausen

El escritor Jordi Sierra i Fabra regresa a los anaqueles con "Ocho días de marzo", la octava entrega protagonizada por el inspector Miquel Mascarell, una historia que sitúa en plena huelga de tranvías, en 1951, y con la que quiere homenajear a los 7.000 españoles asesinados en Mauthausen.

El barcelonés ha indicado que en esta ocasión quería recordar a todos aquellos "que fueron matados en Mauthausen, después de que así lo dijera Ramón Serrano Suñer, porque consideró que serían un problema menos para España".

Publicada por Plaza & Janés y Rosa dels Vents en catalán, en "Ocho días de marzo", el lector se encontrará con el inspector Mascarell y su esposa, Patro, a punto de ser padres, en un momento de huelga de tranvías, "la primera que se hizo contra el régimen del general Franco".

En medio del conflicto, un antiguo subordinado de Mascarell, Pere Humet, le irá a ver y le contará todo lo que vivió después de partir al exilio, al terminar la Guerra Civil y recalar primero en el campo de Argelers (Francia) y luego en Mauthausen.

En este campo de concentración, otro policía que había estado bajo las órdenes de Mascarell, Sebastián Piñol, mató a uno de sus compañeros, Ernest Arnella, y ahora Humet, seis años después de acabar la Segunda Guerra Mundial y superviviente del campo de exterminio, quiere hacer justicia y pide ayuda a Mascarell.

Sierra i Fabra rememora que Auschwitz fue el mayor campo de extermino de los nazis, pero Mauthausen fue "el de los españoles, donde fueron enviados unos 10.000 republicanos, de los que unos 7.000 fueron asesinados".

El novelista considera que estos hechos no "pueden olvidarse" y con sus libros, aunque tengan una trama policial, quiere "mantener la historia viva".

A su juicio, "es necesario que los más jóvenes, pero también aquellos que ahora están en los 40, sepan de dónde venimos para conocer quiénes somos actualmente".

"Yo soy novelista -prosigue- y no pretendo ser un intelectual, pero me doy cuenta de que, queriendo o no, con mis novelas policíacas estoy haciendo una especie de revisión histórica".

En esta nueva entrega de la saga del inspector Mascarell, además, aprovecha para mostrar los cambios vitales del personaje, puesto que, a pesar de su provecta edad, volverá a ser padre.

En este punto, Sierra i Fabra precisa que en títulos anteriores pensó que, a pesar de que el policía está a punto de cumplir los 66, la Patro es todavía una treintañera y "sería muy bonito que tuvieran un hijo, una segunda oportunidad para ambos, a pesar de vivir inmersos en la dictadura franquista".

El próximo título de la serie, "Diez días de junio", mostrará a un paternal Miquel Mascarell, tres meses después de nacer su hija, y avanza que aparecerá un nuevo personaje que "tendrá su peso en los nuevos libros que vendrán".

Preguntado sobre si no se cansa de este protagonista, un resistente nato, que fue condenado a muerte tras la Guerra Civil y luego indultado, después de pasar ocho años en el Valle de los Caídos, el autor catalán no duda.

"Es alguien que seguirá conmigo", afirma contundente, y agrega que en días como Sant Jordi o en la Feria del Libro de Madrid siempre hay alguien que aparece con alguno de los títulos protagonizados por él y le pregunta sobre su relación con la Patro o le pide que "no le haga pasar nada malo".

Muchos de sus lectores, concluye, "lo han hecho suyo, porque lo encuentran un hombre muy real, tierno, honesto y con ideales, lo que gusta mucho".

Te puede interesar