PAPELES DEL ROCK

Sweet Home (Blues) Chicago

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photo_camera El gran Buddy Gay, compartiendo escenario y música con los Rolling Stones.

Chicago es una ciudad conocida y reconocida en el resto del mundo gracias a ser una de las grandes capitales del blues

 

Nací en Chicago a las 19 horas y 41 minutos y me dijo mi padre, hijo, será mejor que te hagas con un revólver”, decía la Paul Butterfield Blues Band en su "Born In Chicago", canción incluida en su disco debut homónimo de 1965. Seis años más tarde, en 1971, y también en su álbum debut homónimo, The Dobbie Brothers decían en su canción "Chicago": “Mi mundo se está moviendo rápido, voy a marcharme mañana por la mañana. Voy a borrar de mi mente todos los malos tiempos y hacer que los buenos tiempos duren siempre. Cariño, ¿quieres venir? Voy a la gran ciudad de las luces brillantes, voy a Chicago".

Dos visiones, cruda y desesperada la primera, romántica y esperanzada la segunda, ambas reales, de una misma ciudad, Chicago. Una ciudad norteamericana conocida por muchas cosas, desde los Chicago Bulls de la NBA a la época de la ley seca de los años 30 del siglo XX, pero cuando hablamos de música, conocida y reconocida por ser una de las grandes capitales mundiales del blues. 

A día de hoy, mediados de septiembre de 2018, se ha puesto a la venta un excelente disco titulado "Chicago Plays The Stones", que viene a ser una suerte de devolución del abrazo que los Rolling Stones hicieron en diciembre de 2016 al blues clásico de sus comienzos con aquel maravilloso álbum llamado "Blue And Lonesome", en el que en esta ocasión son los maestros los que rinden tributo al alumno aventajado. Muchos de los músicos de más reconocido prestigio y talento de la escena blues de Chicago actual, nombres como los de Billy Boy Arnold, Omar Coleman, Ronnie Baker Brooks, Jimmy Burns, que participa de este homenaje con una versión del clásico de los Stones del "Some Girls", "Beast Of Burden" con el propio Keith Richards en la guitarra y por supuesto Buddy Guy, cuya impagable readaptación de un viejo tema de 1973 de los Stones, "Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)" que la banda grabó, como era casi obligado en aquel año con un ritmo y una instrumentación estilo sonido Filadelfia, cercana incluso a la disco music, es sensacional y que aquí el genio del guitarrista de Chicago lleva al terreno del blues más puro con la contribución de Mick Jagger cantando el tema con él y añadiendo su inconfundible armónica. Obvio es decir que para todo aquel amante del blues y de los Stones, este disco es de escucha obligada y de disfrute garantizado. 

Claro que a la luz de la historia, el idilio entre los Stones y Chicago, entre Chicago y los Stones, hace inevitable que este trabajo en el que la gran capital del blues agradece a los británicos todo lo que hicieron por la difusión de su música llegue a materializarse en un disco. Remontándonos al primer flirteo, baste recordar la inolvidable escena de la película "Cadillac Records", en la que unos casi adolescentes Stones llegan a los estudios de la Chess Records en el número 2120 de la avenida South Michigan de Chicago para hacer unas grabaciones el 10 y el 11 de junio de 1964 aprovechando unos días libres en su primera gira americana, en donde se encontraron con Muddy Waters, su ídolo de siempre, aún no se sabe si pintando el techo o haciendo de ordenanza de las instalaciones, como se dice en más de una versión. Me he prometido a mí mismo que si algún día tengo la oportunidad de entrevistar a Keith Richards le pediré que me aclare que hacía exactamente ese día Muddy Waters en los estudios Chess.  

La fascinación que los Stones sintieron siempre por el Chicago Blues hizo posible que el blues, que a mediados de los 60 no vivía un gran momento de popularidad, volviera a emerger tras varios años de dura supervivencia en el underground, en especial por como los Stones reivindicaron tanto el blues como estilo, como lenguaje, como influencia básica a partir de la cual el rock se formó como estilo evolucionando sobre la base musical que el blues ofrecía, como por su reivindicación de los artistas, de los nombres, de los músicos de blues que malvivían de ciudad en ciudad llevando como único equipaje una vieja guitarra junto a una desvencijada maleta y actuando muchas veces solo por unos tragos de bourbon o una habitación para pasar la noche. "Los Stones regresaron de Inglaterra a Estados Unidos después de que comenzaron a vender tremendas cantidades de discos y les dijeron a los estadounidenses quienes éramos. Sin esos muchachos todavía seríamos desconocidos para mucha gente en nuestro propio país" escribe Buddy Guy en una de las notas incluidas en el libreto de "Chicago Plays The Stones". 

No le falta razón. Cabe añadir además que los Stones en su gira europea del otoño de 1970 llevaron en todos los conciertos como teloneros a Buddy Guy y Junior Welles, y que en 1971 trajeron a Muddy Waters y a Howlin'Wolf para grabar los famosos álbumes "The London Sessions", en los que en el de Howlin'Wolf participaron activamente en su grabación Bill Wyman, Charlie Watts y Ian Stewart. Diez años más tarde, en noviembre de 1981, durante la gira americana que los Stones hicieron presentando su álbum de aquella época, "Tattoo You", se produjo la feliz coincidencia de que durante uno de los "days-off" del tour, estando en Chicago, se enteraron que Muddy Waters actuaba en uno de los locales de mayor tradición y solera de la ciudad, el legendario Checkerboard Lounge, y sin pensarlo ni un minuto, Mick Jagger, Keith Richards y Ronnie Wood se personaron en el club y protagonizaron una histórica jam-session que años más tarde se ha podido recuperar para ser editada en disco bajo el título de "Live At The Checkerboard Lounge" y que se puso a la venta en el año 2012. 

Claro que la relación entre los Stones y la ciudad bañada por las aguas del lago Michigan ha conocido otros memorables y maravillosos momentos. Sin ir más lejos, esta ciudad fue escenario de una tradición ya perdida por la banda, lamentablemente, en la que siempre que empezaban una gira por Estados Unidos hacían por sorpresa y con un nombre falso una actuación en un club de una capacidad máxima de 150-200 personas. La víspera del comienzo mundial del "Bridges To Babylon" en septiembre de 1997 justamente con dos inmensos conciertos en el Soldier Field de Chicago, los Stones cumplieron con la norma en la ciudad capital del blues. Sin olvidar que uno de los momentos más memorables del disco en directo-banda sonora de la película de Martin Scorsese, "Shine A Light", es justamente su emotiva y sentida versión de "Champagne And Refeer", con el mismísimo Buddy Guy en el escenario, rindiendo el siempre reconocido tributo de admiración de los Stones a Muddy Waters con el guitarrista de Chicago junto a ellos. 

Diez años después son los bluesmen de Chicago los que dicen a los Stones: "Chicos, gracias por ayudarnos a salir del ghetto". Sin perjuicio de que además, el próximo 9 de noviembre, se edita "Confessin the Blues", una recopilación de temas de los mejores bluesmen de la historia realizada por los propios Rolling Stones bajo etiqueta BMG y Universal Music. Howlin Wolf, John Lee Hooker, Elmore Hames, Muddy Waters, Chuck Berry, Big Bill Broonzy o Robert Johnson son los seleccionados para entrar en esta recopilación, cuya portada es además un dibujo de Ronnie Wood, conocido artista plástico al margen de su carrera como músico y con textos de uno de los más afamados expertos en historia, memorabilia y coleccionismo de los Stones, Colin Larkin.

En estos días, de manera muy sutil, Mick Jagger a través de las redes sociales, ha ido dejando caer mensajes deliberadamente ambiguos, videos menos ambiguos, fotos reveladoras que hacen imaginar que la banda, terminada su gira por Inglaterra y Europa de este verano y tras una semanas de relax, ya están trabajando en ese anunciado nuevo disco de estudio del que se ha dicho que "progresa adecuadamente". Personas cercanas al entorno más allegado al grupo que han podido acceder al estudio donde se esta grabando parte del disco, como por ejemplo Don Was, asegura que la experiencia de "Blue And Lonesome" va a tener un peso importante en ese nuevo álbum que confiamos vea la luz en 2019. La edición de este "Chicago Plays The Stones" parece significar un paso muy a tener en cuenta en esa dirección.

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