El Barbadás logró derrotar al Castro en el tiempo de descuento y mantiene su idilio con el campo de Os Carrís, donde este curso no conoce la derrota
El Barbadás logró salvar dos puntos en el tiempo de descuento, gracias al gol de Alfredo, donde lo más justo hubiera sido un empate, pero el fútbol no sabe de justicia ni de méritos. Sino que se lo digan al equipo lucense del Castro, que quedó muy tocado sobre el campo de Os Carrís cuando en el 92 los locales hicieron el 2-1 final.
Los azulones tenían claro que era un partido importante y salieron muy mentalizados. Dominaban sin paliativos a un Castro que no daba señales de vida. Las ocasiones se sucedían pero el gol local no llegaba.
El delantero Rodrigo tuvo la primera, pero un saque de falta lo salvó con apuros el meta Yebra a córner. Más tarde probó Bruno con un disparo que se fue fuera por poco. Y de nuevo Rodrigo en el 25, remató bien un centro de Alfredo, pero la pelota se fue lamiendo el poste de la portería visitante cuando ya se cantaba el gol en las gradas.
Que llegara el primer gol del Barbadás era cuestión de tiempo. Y así fue. En el minuto 29, un cambio de orientación de Oli lo empaló el omnipresente Rodrigo, que sin que el balón cayera, lo mandó al fondo de la red. Un golazo.
Se había hecho lo más difícil que era abrir la lata y todo hacía indicar que el partido caería del lado ourensano sin mayores problemas.
Un Barbadás diferente
Sin embargo, por esas cosas que no se entienden y tampoco son fáciles de explicar, la segunda parte no tuvo nada que ver con la primera. El Barbadás desapareció del partido, seguramente por un exceso de relajación y confianza al verse tan superior en la primera parte.
Y el Castro se lo creyó y se hizo dominador absoluto del partido. Primero empató con un buen remate de Adrián a centro de Javichu y después gozó de dos buenas ocasiones, que de no ser por las intervenciones de Berto, hubieran puesto por delante al equipo lucense.
Y como el que perdona lo paga, primero avisó Alfredo con un zurdazo que salvó el meta Yebra y en el descuento, puso el 2-1 al rematar un centro de André.
No lo merecían los azulones, pero los méritos no sirven para nada.
