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El ascenso siempre fue Modesto

OURENSE 14/01/2018.- Modesto López, ex jugador del Ourense.José Paz
photo_camera Modesto López Novoa posa con las camisetas del Dépor, Compostela y Club Deportivo Ourense en el estadio de O Couto.

El exdefensa ourensano consiguió subir en todas las categorías del fútbol y en la temporada 90-91 recibió doble prima del Deportivo y del Compostela

"No eres malo, pero llamándote Modesto no llegarás muy lejos en el fútbol", grita un aficionado en la grada de Preferencia Inferior de Riazor. "¿Cómo sabes tú eso? Tenía bastante razón porque como nombre futbolístico no es gran cosa y menos con el 'marketing' actual, pero estoy contento y orgulloso de mi trayectoria", responde Modesto López Novoa (Ourense, 1965) sin ser capaz de contener la carcajada al escuchar la anécdota sucedida hace 33 años. En sus pies acumula 322 partidos como futbolista profesional, 21 en Primera, 226 en Segunda y 50 en Segunda B con el Deportivo, el Compostela y el Club Deportivo Ourense, ha marcado cuatro goles y es de los contados jugadores que pueden decir que ha conseguido ascender en todas las categorías.  

Es la temporada 86-87 cuando se produce el pronóstico fallido en la grada de Riazor. El Deportivo que entrena Eusebio Ríos con el reto inexcusable de ascender acaba de reforzarse con un defensa "polivaliente", según se define el protagonista de esta historia, de 21 años procedente del Ourense que milita en Segunda B. El fichaje ronda los seis millones de pesetas por un jugador que interesa a varios equipos porque puede ocupar todas las posiciones de la defensa y se caracteriza por la fuerza y la velocidad. Durante cinco temporadas en Riazor sufre la frustración de ascensos fallidos, como en la promoción de ese año, o la inmensa alegría por participar como titular en el partido en el que el Dépor evitó el descenso gracias a un gol de Vicente en el minuto 92 del último partido de la campaña 87-88 contra el Racing de Santander. "Fue una temporada muy difícil" en la que comenzó Eusebio Ríos de entrenador, después Rodríguez Vaz subió a Fran, José Ramón y a otros canteranos y la terminó Arsenio Iglesias. Acababa de llegar Augusto César Lendoiro a la presidencia y sin ese resultado agónico la historia del Súper Dépor sería distinta, ya que incluso el periodista radiofónico José María García había anunciado la desaparición del club en el caso de caer a Segunda B por las deudas.  


Su debut en Primera fue en el Santiago Bernabéu en un partido en el que el Compostela acabó empatando


Modesto abandona Riazor en mitad de la temporada 90-91 camino de San Lázaro. "Me había operado de pubis, necesitaba partidos para recuperarme y hablé con Lendoiro y Arsenio para que me facilitase la salida al Compostela porque Castro Santos buscaba un defensa para ascender a Segunda. Acabé subiendo con el Compos y el Dépor lo hizo a Primera. Menos mal que le había dicho a Lendoiro que si ascendían me correspondía un trozo de la prima y se portó. Al final cobré de los dos equipos", recuerda Modesto. 

Dos temporadas después cumple el sueño de ascender a la máxima categoría con el Compos. "Es el culmen para un futbolista". Pero pasan los partidos y no juega. "Hablé con Castro Santos para salir como había hecho en el Dépor, pero no me dejó marchar. Me dijo que sabía lo que le podía aportar y acabé debutando en el Santiago Bernabéu con empate a un goles. Me tocó marcar a Zamorano". 

Modesto terminó la temporada disputando 21 encuentros, pero la siguiente decidió regresar a Ourense para sumar otro ascenso a Segunda en su hoja de servicios. "Ese año Ronaldo marcó con el Barcelona aquel golazo en San Lázaro y muchos me preguntan cómo es posible que regatease con tanta facilidad a toda la defensa. Siempre digo que lo hizo porque yo no estaba en el campo", bromea. 

El único descenso lo sufrió en el CD Ourense después de defender tres campañas al equipo de su ciudad en la categoría de plata. Y para finalizar su carrera hizo el camino a la inversa de la élite al fútbol provincial. Ascendió con el Verín de Preferente a Tercera, donde jugó un año y, después de haber colgado las botas a los 38 años, regresó al Nogueira de Ramuín con el que a punto estuvo de ascender a Tercera. 

La historia desdijo el pronóstico del aficionado que estaba sentado al lado del periodista en Riazor. 

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