Pese a que la victoria de Envialia y Burgas devuelve la tranquilidad a los ourensanos de Primera, deben seguir en progresión para cumplir objetivos
La Primera división de fútbol sala femenino entra este fin de semana en el último cuarto de competición: 22 jornadas consumidas y por delante ocho partidos para definir las metas. Para los equipos ourensanos, mejor después de romper sus rachas negativas, pero sigue faltando dar un paso más. Las victorias en la jornada más reciente devuelven a una relativa tranquilidad a Envialia y Burgas pero ambos conjuntos deben seguir en progresión si quieren cumplir los objetivos que se marcaron. Queda mucho por hacer.
El Ourense Envialia, rey del empate (siete), rindió a un buen nivel ante el Roldán, uno de los equipos que siempre 'molestan' por su combatividad. En su haber, el equipo mejoró en la intensidad y volvió a competir en defensa, y ello le permitió, con muchos más apuros de los deseados, regresar a la senda del triunfo (4-3). En su debe, la circulación de balón y, sobre todo, el gol. En cuanto a lo primero, al equipo de Chipi le sigue costando Dios y ayuda dar velocidad a la circulación de balón; y si el de la circulación es un problema el gol, o mejor dicho, la falta de gol, es el talón de Aquiles del equipo este curso.
Marca 2,6 goles por partido, registro que solo mejora a tres de los diez primeros clasificados: Poio (55), Gironella (50) y Burgas (58). La mala puntería le obligó la pasada jornada a realizar un esfuerzo extra para ganar un partido que debería haber matado mucho antes. Demasiado esfuerzo. Y menos mal que ante Roldán apareció como invitada de excepción Andrea Carid 'Spi', que anotó los tres primeros goles del equipo.
Con lo que tiene por delante el equipo de Chipi (Gironella, Burela, Burgas, Atlético y Alcorcón en liga en las próximas cinco jornadas, y entre medias la final de la Copa Xunta ante el Poio) aumentar el nivel de eficacia goleadora será la única forma para tratar de retener el título copero autonómico y terminar en un buen estado de forma para luchar ante los grandes de la categoría.
Aunque solo un nefasto final de temporada del Envialia le impediría disputar la Copa de España las ourensanas deben empezar a dar un golpe sobre la mesa. El sábado toca visita al Gironella, un partido clave para terminar de cerrar la presencia entre los ocho primeros. El conjunto catalán es en este momento noveno, con 10 puntos menos que las de Chipi, y una victoria de las ourensanas le permitiría dejar a otro equipo a cuatro partidos de ventaja.
Seis jornadas después
El Cidade de As Burgas, por su parte, se encuentra en el momento en el que en la primera vuelta recondujo su mal arranque de curso. Si quiere estar en la Copa de España no puede fallar ante los equipos de la parte baja de la tabla, como hiciera ante el Txantrea (cedió dos puntos) y la pasada semana no falló. Lo hizo ganando a domicilio al colista Rubí, lo que le permitió romper una negativa racha de seis jornadas sin alcanzar un triunfo.
Y el sábado, nuevo examen para las blanquiverdes, pues visita la central de Os Remedios el Rioja FSF, penúltimo clasificado. Ceder puntos obligaría después a las jugadoras de Manolo Codeso a sorprender al Poio en el último partido antes de las minivacaciones de Semana Santa, o el Envialia en el derbi del 22 de abril.
Tanto Envialia como Burgas dependen de sí mismos para alimentar en la recta final una temporada en la que por suerte todavía queda mucho por decir.
