Lejos, muy lejos de casa, a casi 20.000 kilómetros de Sidney y Newcastle, respectivamente, los dos deportistas aceleran su adaptación a sus nuevos conjuntos, sobrellevando la distancia a través de las redes sociales e internet y buscando la franja horaria adecuada para hablar con sus seres queridos
Dicen que la vida es un pañuelo y que las casualidades, salvo contadas ocasiones son producto de la estadística y la probabilidad. Matemáticas al fin y al cabo. En esta ocasión, llámese el azar o sencillamente la partida de cartas que se juega en el día a día, han propiciado que esta temporada, Dan Trist (Club Ourense Baloncesto) y Matt Youman (Campus Ourense de Rugby), ambos australianos, de Nueva Gales del Sur y con pasado deportivo en Oviedo, hayan recalado en la ciudad de las Burgas.
Lejos, muy lejos de casa, a casi 20.000 kilómetros de Sidney y Newcastle, respectivamente, los dos deportistas aceleran su adaptación a sus nuevos conjuntos, sobrellevando la distancia a través de las redes sociales e internet y buscando la franja horaria adecuada para hablar con sus seres queridos.
El utility back del Campus, que aterrizó hace apenas unas semanas en Ourense destaca que "la verdad es que mi madre todavía no ha asimilado lo del cambio horario y me sigue llamando a la hora de Australia, así que salvo que no me deja dormir, no he notado la diferencia. Creo que es más complicado cuando vives en Estados Unidos". En ese sentido, Trist remarca que "la verdad es que comparado con la vida en Estados Unidos es mucho más fácil estar en contacto con los tuyos. Hay un rango de horas muy amplio en el que puedes comunicarte y eso lo hace todo más fácil y con las redes sociales está todo más cerca".
Un café sin conducir y el pulpo
En la otra parte del mundo, en España, la vida es para Youman "mucho más condensada en lugares. Todo el mundo vive en pisos y tienes bares y supermercados en la puerta de casa y es todo muy relajado" y lejos de causarle malestar, sí se convierte en algo extraño cuando vuelve a casa ya que "cuando estoy en casa tengo que conducir diez minutos para poder tomar un simple café". Trist, con un fuerte golpe en la nariz después de un encontronazo durante el último entrenamiento cree que "es una cuestión de horarios y eso hace que nosotros en Australia no tengamos la misma forma de vida. Aquí, salvo los horarios de las comidas, comer a las 12 es imposible en España, es algo que llevo bien, porque todo está mucho más a mano y tienes sensación de que estás arropado".
En lo que sí están de acuerdo es en la comida, con puntos comunes en forma de cefalópodo. "Me encanta el pulpo a la gallega, es uno de mis platos favoritos de españa " con el pívot del COB interrumpiendo entre risas para afirmar que "yo también la he probado y también me gusta mucho la pizza de pulpo, la probé cuando estaba en Oviedo".
En medio de una conversación distendida en los jardines del Campus Universitarios de Ourense, los dos jugadores coinciden nuevamente en admitir que lo más chocante que se han encontrado desde que están en España, ya sea en Oviedo u Ourense, es lo tarde que amanece y lo mucho que tarda la gente en ponerse en marcha. "Me acuerdo que, recién llegado a Asturias, me levanté un día en invierno a las 9 de la mañana y ¡casi era de noche! Era horrible, creo que es lo que no termino de asimilar", afirma Matt buscando la aprovación de su compatriota, que zanja el tema con un sonoro "¡Me acuerdo de eso, que horror!".
La llegada al mundo del deporte
En clave deportiva, después de una intensa conversación sobre el trato en los bares y los supermercados y la calma con la que se vive en España, llega el turno para el deporte. La pregunta lógica, la llegada al mundo del deporte. Matt, hijo de una conocida jugadora de fútbol en Australia, comenzó siguiendo los pasos de su progenitora. "Mi madre fue internacional con Australia de fútbol y yo empecé con ello, pero pronto cambié al rugby league. Después en 2003 fue el Campeonato del Mundo en Australia y ahí ya decidí que quería jugar al rugby"
En el caso de Dan Trist, tras iniciarse de forma tímida en el rugby, llegó al baloncesto como algo natural. "Creo que hice lo que muchos niños en Australia, probé muchos deportes y terminé eligiendo. Hice rugby, fútbol y baloncesto, pero claro, con 12 años ya era muy alto y recuerdo que alguien me dijo que debía centrarme en eso, aunque reconozco que empecé tarde. Le hice caso y después vino todo muy seguido. Equipos de instituto, jugar para el estado, la selección nacional, la NCAA y después ya el baloncesto profesional, así fue".
El ascenso
, el objetivo
Tras casi 45 minutos de conversación, después de maquillar la rivalidad con Nueva Zelanda (nunca más allá de la cancha) y no ser capaces de decidir si Luc Longley fue más importante para el deporte australiano que David Campese, los dos deportistas desgranaron de forma pausada y quizá un poco optimista las expectativas de cara a este curso que comenzará en breve.
Youman, que ya defendió los colores del Real Oviedo en la temporada 2013/2014 afirma que "el deporte ha crecido mucho en España desde hace cuatro años y creo, después de entrenar con mis compañeros, que podemos aspirar a jugar el play off de ascenso y luchar por estar el año que viene en la máxima categoría. Tenemos un gran equipo, un enorme entrenador y muy buenas sensaciones".
Por su parte, Trist considera que "tenemos muy buen equipo y jugaremos en una liga muy fuerte. La plantilla es muy alta y cuando lleguen Ndoye y el resto de jugadores creo que podremos pelear por el ascenso. Los sistemas de Gonzalo son muy buenos y la química en el equipo también, sé que pelearemos por el play off".
