El equipo de Diego Lorenzo necesitó de la prórroga para superar al Camariñas (24-23)
El título se quedó en casa. El Balonmano Pabellón se alzó con la Copa Federación de Primera Autonómica después de imponerse al Camariñas, el campeón de Liga, en un partido muy intenso que necesitó de la prórroga para encumbrar al campeón.
Fue un partido de contrastes, pues el arranque demoledor de los coruñeses y su condición de favoritos hacía presagiar que el título se le escaparía a los pabellonistas (1-6 en el minuto 10). Pero el relevo en la portería local volvió a servir de revulsivo. Con Rubén en la meta el Pabellón ganó en confianza y la diferencias se fueron acortando primero, para tomar la delantera al descanso (12-11 para el Balonmano Pabellón al término de los primeros 30 minutos).
La igualdad fue la nota predominante en un arranque de segunda mitad en la que el cansancio comenzó a hacer mella en ambos equipos. Los dos habían tenido partidos igualados en la semifinal del día anterior y la gestión del fondo físico comenzaba a ser una de las claves del partido.
Mediada la continuación el Pabellón pegó un estirón en el marcador (18-15, minuto 45) que hacía pensar en que el título podía quedarse en casa. Pero el Camariñas no se dio por vencido y supo aprovechar las exclusiones sufridas por los pabellonistas (10 en todo el partido), para llevar el empate a 20 transcurridos los 60 minutos.
Los fallos alternos fueron constantes en la primera parte del tiempo complementario. Dos goles para cada equipo para mantener las tablas en el marcador (22-22). Menos acierto de cara a portería uno en la segunda parte de la prórroga. Con empate a 23 goles se llegó al último minuto, y con balón para el Camariñas. Los coruñeses cometieron un error que propició la contra del Pabellón, con un pase en largo para José que ante la salida en falso del meta visitante anotó prácticamente a puerta vacía a 10 segundos del final.
El Pabellón se alzó con la Copa Federación tras un partido épico que propició el delirio del casi medio millar de espectadores que se dieron cita en la cancha central del pabellón de Os Remedios. Al final, con sufrimiento, pero la Copa se quedó en las vitrinas del Pabellón.
