El equipo entrenado por Jorge Regal empezó la pretemporada de cara a su tercera temporada consecutiva en Tercera División
El Barbadás ya empieza a sudar. Arranca la pretemporada para un club que aspira a consolidarse en la Tercera División. Un equipo con la solvencia confirmada como mejor aval y con el peso extra de tener que representar esta temporada como cabeza de pelotón al fútbol provincial.
Tercera temporada consecutiva en la categoría y con el objetivo claro de seguir creciendo. De la permanencia en la primera campaña a instalarse en la zona tranquila del grupo en la segunda. Ahora toca aspirar a competir con los diez mejores. Sin marcarse retos ambiciosos pero sí ilusionantes.
La apuesta está clara. Mantiene el bloque y lo retoca con jugadores jóvenes que impulsen la ilusión en el trabajo diario y que puedan dar un salto de calidad a corto y medio plazo. Siete fichajes y todos con ganas de hacerse con minutos en Tercera y sólo con Rubén Arce con minutos la campaña pasada en una categoría superior. Los demás abandonan la etapa juvenil o la tienen todavía reciente.
Un portero para competir los minutos (Diego); dos defensas que brillaron en el Pabellón de División de Honor (Senén y Boán); tres centrocampistas con proyección para ser importantes en el equipo (De Dios, Arce y Karim) y un delantero para añadir pegada a un equipo que se ha quejado de su falta durante muchos momentos de las dos anteriores temporadas (Choco).
Sigue faltando un delantero
La plantilla está cerrada y las fichas que superan los 23 años, cubiertas. Un equipo confirmado pero al que el club y el cuerpo técnico añadirán una pieza más, un delantero.
Jorge Regal tuvo claro desde el inicio que el objetivo en el mercado era encontrar gol y con un jugadores contrastado. Una combinación a la que se añade el requisito de ser jugador ourensano que se antoja innegociable en el Barbadás.
El elegido fue y sigue siendo Óscar Martínez pero el delantero de Taboadela dijo no y con él se acabó el repertorio. "Era el que queríamos y nos dejó claro que no quería venir", explica el técnico del Barbadás, Jorge Regal. Si lo hiciese "buscaríamos liberar un ficha en el equipo".
Salvo sorpresa, no habrá movimiento en un equipo que además echará de menos en el centro de la defensa al capitán César, retirado y que no ha cubierto esa vacante con ningún jugador similar.
Un equipo con talento en puestos clave y con experiencia en todas las posiciones. Un equipo con las ideas claras pero sin aparentes remedios a la vista para tapar los defectos que ya tenía. Con todo, el Barbadás deberá competir desde el inicio para seguir en Tercera División y para asentarse como faro de un fútbol ourensano todavía extraño sin el Ourense.
Un Liga que ahora sabe a más para un afición que a veces no supo valorar lo que se tuvo y que quizá se tarde en volver a ver.
