TERCERA DIVISIÓN

El Barco tuvo que sudar para ganar al colista Ordes

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photo_camera Los jugadores barquenses celebran el segundo gol que al final le dio una importante victoria.

Los valdeorreses, que vieron como el colista se puso por delante en el marcador, lograron quedarse los puntos.

El Barco logró una importantísima victoria ante el Ordes por dos goles a uno, lo que le permite acariciar la salvación.

El resultado fue lo mejor que le pasó al Barco en un partido que tuvo que sudar de lo lindo para lograr los tres puntos.

Y es que lo que a priori debería ser un partido cómodo para los locales, en el que la victoria no debería presentar mayores problemas, se convirtió en todo lo contrario. Y mucha culpa la tuvo el equipo barquense, que ante la endeblez del equipo rival no encontró la motivación necesaria. Quizá por ello el técnico Javi Rey no dudo en calificarlo como "el peor partido de la temporada".

A pesar de todo las primeras ocasiones fueron locales. A los cinco minutos un disparo de David Álvarez se marchó ligeramente desviado. A los veinte, un buen centro de Iago Beceiro lo remató Ivi Vales, pero la pelota se marchó un poco desviada.

El Ordes se adelanta

Al tran tran jugaba el Barco, que se encontró con lo que no podía ni imaginar. Contra del equipo visitante y Abel Torres, tras regatear al portero Vicente Sabater, ponía al Ordes por delante en el marcador (0-1). Ver para creer.

Todavía reponiéndose del mazazo, Iago Beceiro mandó fuera una buena ocasión. Sin embargo, antes del descanso una internada por banda de Javi Recamán la finalizó con un tiro cruzado que puso el 1-1.

Descanso y quedaban 45 minutos para arreglar el desaguisado.

Pero no fue nada fácil. El Ordes ya se había envalentonado y no iba a ser sencillo que bajara los brazos. A los 66 minutos David Álvarez, de falta directa, lograba el 2-1 en el marcador, pero no con ello que se acabara el sufrimiento local, máxime cuando en el minuto 85 un remate del visitante Rubén lo sacó Sabater cuando ya se colaba. Al final, 2-1. El Barco respiró tranquilo y acaricia la salvación.

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