El equipo valdeorrés, que en la primera vuelta le endosó siete goles, no se fía del rival
Desde las doce y cuarto de la mañana juega el Barco ante el Castro en tierras lucenses. Lo hacen los barquenses con la tranquilidad que le dio la victoria ante el Alondras hace siete días y que despejó muchos fantasmas en la villa valdeorresa.
Llegan los de Javi Rey con las bajas de Deivis, que sigue con problemas de pubalgia, Javi Recamán, al que una tendinitis en el talón de Aquiles podría apartarle varias semanas del equipo, y la duda de Adil, con una leve contractura muscular. Por contra, regresa el defensa Omar Navarro, cumplida su sanción.
Sabe el entrenador Javi Rey de la importancia de los tres puntos para ambos equipos: "para ellos es una final pero para nosotros también es un partido muy importante". Y espera "enlazar dos o tres victorias consecutivas que nos permitan asentarnos en la zona media de la tabla y de esa manera evitar pasar apuros en el tramo final de la liga".
Sobre el rival, el técnico afirma que "es un equipo que pese a su delicada situación hace un fútbol combinativo, al que no renunció en toda la temporada. Es fiel a su filosofía y eso debería sernos favorable". En la primera vuelta, en Calabagueiros, le fue bien: 7-1 para el Barco.
Finaliza el técnico rojillo reconociendo que "ante el Alondras jugamos una final que logramos sacar adelante con mucho sufrimiento, pero fueron tres puntos que nos dieron tranquilidad, aunque no podemos relajarnos, hay que seguir sumando para evitar problemas".
Municipal de Castro; 12:15 h.
