FÚTBOL SALA

Bea Seijas, inagotable

OURENSE. 13.07.2017 BEA SEIJAS, JUGADORA DE FUTBOL SALA. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera Bea Seijas, jugadora ferrolana del Ourense Envialia.

El Ourense Envialia anunció la renovación una temporada más de una jugadora que tiene ya 43 años y que sigue siendo una referencia de este deporte

A principios de los años 20  Scott Fitzgerald escribió el relato "El curioso caso de Benjamin Button". En 2008, David Fincher lo llevó al cine para, a su manera, contar la extraña historia de un hombre capaz de rejuvenecer.
Bea Seijas (Ferrol, 15 de marzo de 1974) parece tener esa inexplicable cualidad. A sus 43 años es una de las referencias del Envialia campeón de la Copa de España y su nivel ha repuntado.

"Es todo culpa de Jandro (preparador físico del equipo). Empecé la temporada con muchas dudas e incluso lo hablamos en el vestuario, pero es verdad que según fue avanzando la temporada cada vez me encontré mejor y acabé con muy buenas sensaciones", explica Seijas.
Ayer el club anunciaba la renovación de una jugadora a la que las rivales tratan de usted, pero no por el DNI. Bea Seijas es una leyenda de este deporte. Leyenda y presente. Extraño caso el suyo.

Empezó a jugar cuando no había ni Liga: "Jugábamos en Valdoviño con un equipo (Lago Gairesa) que solo disputaba en verano partidos amistosos. Nos invitaban a jugar en las fiestas de los pueblos. Fuimos pioneras". Tenía 11 años.

Antes, su tío Pepe ya había convencido a su padre para construir una portería en una finca cerca de casa y su primo Carlos hacía de compañero o de rival en los partidos, según interesase.
Con 18 años formaba parte del Sal Lence. Un equipo que ganó tres ligas y dos copas consecutivas. El primero en inscribir su nombre en el palmarés del fútbol sala femenino en España. "Es el mejor equipo de la historia", dice sin dudarlo. "Éramos todas las jugadoras de una edad y de un nivel similar. Nunca ha habido un equipo como ese. Ana Silva es la mejor jugadora que he visto nunca y también estaba en ese equipo. Hace poco la vi y está para jugar", analiza la jugadora ferrolana. Y ahí también es tajante: "Llevó aquí casi 20 años y a Ourense le tengo mucho cariño, pero soy ferrolana. Digamos que estoy nacionalizada ourensana".

En 1998 dejó A Coruña por Ourense. Y ya no se ha ido. En su primera temporada en Club Deportivo Ourense ganó la Liga y en 2011 repitió con su actual club.

Cerraba un círculo que la llevó a tomar la decisión más complicada de su carrera: "Creí que era el momento de dejarlo. El final de la temporada era el perfecto, el entrenador era Manuel del Castillo (el mismo que en el Sal Lence) y tenía claro que debía parar".

El club y el fútbol sala la homenajearon en la disputa de la Supercopa de España y Bea Seijas colgó las botas. Seis años después sigue ganando títulos.
"A mitad de temporada se lesionó Laura Fernández y las jugadoras pensaron que podía echarles una mano. No me lo pensé mucho porque la verdad es que este deporte es mi pasión", explica la jugadora pontina.

Ya no ha habido marcha atrás: "Somos un grupo extraordinario y el ambiente en el vestuario es genial. Me siento bien de cabeza y me han respetado las lesiones. Quizá tenga un físico privilegiado o habré tenido mucha suerte, pero estoy bien y me siento con ganas. Será la genética".

33 años después de aquellos partidos amistosos en verano. Con una vitrina complicada incluso de resumir. Bea Seijas es el fútbol sala: "¡Ha cambiado tanto! Se podía pasar a la portera todas las veces que quisieras e incluso se jugaba con un área pequeña dentro del área en la que no podías meter goles". Y añade: "Ahora es mucho más físico, todos los equipos tienen que estar muy bien entrenados para competir. Antes quizá había más calidad, pero era todo mucho más lento".

La pregunta es obligada, pero la respuesta, predecible escuchando a una jugadora imantada al deporte de su vida: "No lo sé. Puedo jugar esta temporada o pueden ser más.  De verdad que no lo sé. Mientras la cabeza me diga que puedo jugar y realmente vea que puedo ayudar al equipo ahí estaré".

Cuesta recordar el fútbol sala en Ourense sin Bea Seijas. Complicado explicar el nivel al que ha llegado este deporte sin jugadoras como ella.A principios de los años 20  Scott Fitzgerald escribió el relato "El curioso caso de Benjamin Button". En 2008, David Fincher lo llevó al cine para, a su manera, contar la extraña historia de un hombre capaz de rejuvenecer.
Bea Seijas (Ferrol, 15 de marzo de 1974) parece tener esa inexplicable cualidad. A sus 43 años es una de las referencias del Envialia campeón de la Copa de España y su nivel ha repuntado.
"Es todo culpa de Jandro (preparador físico del equipo). Empecé la temporada con muchas dudas e incluso lo hablamos en el vestuario, pero es verdad que según fue avanzando la temporada cada vez me encontré mejor y acabé con muy buenas sensaciones", explica Seijas.
Ayer el club anunciaba la renovación de una jugadora a la que las rivales tratan de usted, pero no por el DNI. Bea Seijas es una leyenda de este deporte. Leyenda y presente. Extraño caso el suyo.

Empezó a jugar cuando no había ni Liga: "Jugábamos en Valdoviño con un equipo (Lago Gairesa) que solo disputaba en verano partidos amistosos. Nos invitaban a jugar en las fiestas de los pueblos. Fuimos pioneras". Tenía 11 años.

Antes, su tío Pepe ya había convencido a su padre para construir una portería en una finca cerca de casa y su primo Carlos hacía de compañero o de rival en los partidos, según interesase.
Con 18 años formaba parte del Sal Lence. Un equipo que ganó tres ligas y dos copas consecutivas. El primero en inscribir su nombre en el palmarés del fútbol sala femenino en España. "Es el mejor equipo de la historia", dice sin dudarlo. "Éramos todas las jugadoras de una edad y de un nivel similar. Nunca ha habido un equipo como ese. Ana Silva es la mejor jugadora que he visto nunca y también estaba en ese equipo. Hace poco la vi y está para jugar", analiza la jugadora ferrolana. Y ahí también es tajante: "Llevó aquí casi 20 años y a Ourense le tengo mucho cariño, pero soy ferrolana. Digamos que estoy nacionalizada ourensana".

En 1998 dejó A Coruña por Ourense. Y ya no se ha ido. En su primera temporada en Club Deportivo Ourense ganó la Liga y en 2011 repitió con su actual club.
Cerraba un círculo que la llevó a tomar la decisión más complicada de su carrera: "Creí que era el momento de dejarlo. El final de la temporada era el perfecto, el entrenador era Manuel del Castillo (el mismo que en el Sal Lence) y tenía claro que debía parar".

El club y el fútbol sala la homenajearon en la disputa de la Supercopa de España y Bea Seijas colgó las botas. Seis años después sigue ganando títulos.

"A mitad de temporada se lesionó Laura Fernández y las jugadoras pensaron que podía echarles una mano. No me lo pensé mucho porque la verdad es que este deporte es mi pasión", explica la jugadora pontina.

Ya no ha habido marcha atrás: "Somos un grupo extraordinario y el ambiente en el vestuario es genial. Me siento bien de cabeza y me han respetado las lesiones. Quizá tenga un físico privilegiado o habré tenido mucha suerte, pero estoy bien y me siento con ganas. Será la genética".

33 años después de aquellos partidos amistosos en verano. Con una vitrina complicada incluso de resumir. Bea Seijas es el fútbol sala: "¡Ha cambiado tanto! Se podía pasar a la portera todas las veces que quisieras e incluso se jugaba con un área pequeña dentro del área en la que no podías meter goles". Y añade: "Ahora es mucho más físico, todos los equipos tienen que estar muy bien entrenados para competir. Antes quizá había más calidad, pero era todo mucho más lento".

La pregunta es obligada, pero la respuesta, predecible escuchando a una jugadora imantada al deporte de su vida: "No lo sé. Puedo jugar esta temporada o pueden ser más.  De verdad que no lo sé. Mientras la cabeza me diga que puedo jugar y realmente vea que puedo ayudar al equipo ahí estaré".

Cuesta recordar el fútbol sala en Ourense sin Bea Seijas. Complicado explicar el nivel al que ha llegado este deporte sin jugadoras como ella.

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