COB, 73 - LLEIDA, 80

¡Bochornoso!

El palco y la afición fueron protagonistas de un despropósito más en la temporada (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera El palco y la afición fueron protagonistas de un despropósito más en la temporada (XESÚS FARIÑAS)

El COB encaja ante el Lleida la sexta derrota consecutiva con un baloncesto lamentable y con el Pazo reclamando a gritos un cambio de entrenador.

El COB firmó un nuevo estropicio y sigue metido de lleno en la boca del lobo. Incapaz de ganar un partido que lo acerque a la permanencia, con un juego lamentable y de espaldas a una afición que hace tiempo dictó sentencia.

La peor primera mitad en muchos partidos del COB. Sin lucidez alguna en ataque y sustentado en la intensidad de Kale y Morentin y la muñeca de Zamroz. Entre los tres, 27 de los 29 puntos de su equipo.

Demasiado poco ante un Lleida sin brillo pero mucho más completo y equilibrado. Sin depender de nadie, el equipo visitante aguantó los mejores minutos del COB con un Zamroz inspirado y un parcial de 12-3 que redujo sin problemas. Un 0-10 empujado desde el banquillo del COB. Gonzalo García de Vitoria se olvidó de Kale en el segundo cuarto y condenó al ostracismo a Rutkauskas regalando la zona. Arteaga se forró y el Lleida castigó con nueve rebotes ofensivos a un COB ya sin juego alguno en los cinco minutos previos al descanso. Un 29-35 amenazante en la pista y para una afición que empezó a mostrar su disconformidad con lo visto sobre el parquet.

Y fue lo mejor del partido para el COB. A una primera mitad mala le siguió una segunda nefasta. Un baloncesto sin pies ni cabeza impulsado sólo por el corazón y el músculo de los jugadores pero sin criterio alguno en la táctica. Un COB lamentable al que sólo el pobre nivel del rival le permitió evitar un bochorno mayor.

El Lleida se empeñó en mantener con vida a un COB a la deriva. Morentin y Kale siguieron sumando a cuentagotas y Huertas apareció a chispazos pero sin capacidad para enderezar el rumbo colectivo de su equipo. De nuevo un bagaje insultante cuando había tanto en juego.

La renta de 12 puntos amenazó el COB con anularla ya a la desesperada. Lastrado por los tiros libres y con tiros a la heróica como único recurso. Lleida no gustó pero tampoco tuvo problemas para amarrar el triunfo ya con el Pazo puesto en pie hacia el palco reclamando el cambio de entrenador. Un ¡Gonzalo vete ya! como grito a la desesperada para evitarle el mal mayor a una temporada sin criterio alguno en la pista y con la complicidad de los despachos.
 

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