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El Burgas gana una vida extra

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photo_camera Las jugadoras ourensanas celebran uno de los tantos ante el Cádiz.

El equipo ourensano solventó su primera "match ball" ante el Cádiz tras remontar un 0-2 y se aferra a pelear por la permanencia en la Primera División

Más allá del tópico que se utiliza para mantener a los equipos alerta, el Cidade de As Burgas-Cádiz de ayer era decisivo. Sin discusión. La clasificación lo explica. Penúltimo contra último. Era la última opción para subirse al tren de la permanencia. Venciendo, todavía mucho camino por recorrer, pero es que perdiendo la misión iba a ser imposible.

En ese escenario las ourensanas sufrieron pero ganaron. Tras remontar un 0-2, la escuadra que dirige Manolo Codeso recuperó el pulso y obtuvo la primera victoria de la temporada tras el 4-2 final.

Eso sí, el susto no se lo quita nadie al Burgas. El inicio de partido no fue el esperado. Fuera por los nervios o la presión, mala puesta en escena de las ourensanas que permitieron que el Cádiz, sin hacer nada del otro mundo, se colocase 0-2 con un par de goles en 30 segundos locos.

Contra la espada y la pared. Era el momento de dar un paso adelante. Y ahí apareció María Arias. Nada más sacar de centro, redujo distancias con un fuerte disparo tras una falta en corto.

A partir de ese momento, el Burgas se entonó. La propia Arias, que se encontró con el lateral de la red, o una doble ocasión de Figo y Sonia pudieron suponer el empate. No llegó hasta el minuto 17. Clara roba, combina con María y esta logra el 2-2. Vuelta a la tranquilidad antes del descanso.

Mejor versión

Tras el paso por los vestuarios, el Burgas mejoró. El rival siguió mostrando signos de debilidad. Solo su capitana Elena dejaba detalles de clase. Si hay una jugada que es seña de identidad de las ourensanas es el balón directo de Ana desde la portería. Se hizo. Mucho. Pero sin definir.

Menos mal que volvió a aparecer María Arias para culminar la remontada. Se marchó por la izquierda y su tiro cruzado (y mordido) se coló por el palo largo. El Burgas estaba por delante. Y se notó. Más calma, más pausa. Solo las 4 faltas cometidas inquietaban a la parroquia local. Un nerviosismo que se vio atenuado cuando la omnipresente Arias disparó y Figo desvió con el tacón para subir el 4-2 al luminoso.

Ya no se podía escapar. El sofoco inicial era un mal recuerdo. El Cádiz apenas inquietó ni siquiera cuando apostó por portera-jugadora. Movían el balón con demasiada lentitud ante un Burgas que estaba con confianza. Incluso estuvo más cerca de llegar el quinto.

El pitido final dejó la tan esperada primera victoria de la temporada para las ourensanas. Lo siguen teniendo difícil. Mucho trabajo que hacer. Pero el primer paso para creer está dado. La salvación, a 6 puntos.

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