Mientras tantos les tocará disputar sus partidos en el exilio
El mítico campo donde disputa sus partidos el Atlético Vilariño se toma un respiro. Lo hace por una buena causa. En cuanto las máquinas cumplan con su trabajo, la tierra dejará paso al césped sintético. Tocaba despedirse. Y los locales lo hicieron por todo lo alto gracias a su contundente triunfo por 4-0 ante el Maside. Si ya se lanzaban al suelo con tierra, la hierba será, a buen seguro, bienvenida. Mientras tantos les tocará disputar sus partidos en el exilio. Pero ya dicen que sarna con gusto no pica.