Los ourensanos no pudieron despedirse de sus aficionados con un triunfo tras un buen partido ante un mejor rival
Con sabor a despedida. Así se cerró el duelo entre el Campus Ourense Coosur y el Uribealdea vasco. Fue el último partido de los hombres de David Monreal en casa por este curso. Una campaña notable, especialmente sobre el césped ourensano, que no se pudo cerrar con un broche de oro. A pesar del esfuerzo, el Campus perdió antes los vizcaínos por 15 a 31.
Se esperaba igualdad y, durante muchos minutos, la hubo. El quinto recibía al cuarto, y se notaba el respeto entre uno de los mejores ataques del grupo y una defensa casi inexpugnable. Tras unos minutos de tanteo, el Uribealdea rompió el empate. No se descompusieron los locales que comenzaron a ganar metros, jugar en campo contrario y acercarse a la zona de ensayo. Premio. Jason Harvey rompió líneas y Jaime García logró posar el oval.
Punto de inflexión
Y llegó una jugada importante. En sus mejores minutos, el Campus volvió a plantarse a escasos centímetros de anotar. Lo hizo. Pero el colegiado lo anuló por una infracción de los ourensanos. Fue la ocasión de ponerse por delante, pero quedó en nada. Aún encima, instantes después, los vascos sí que consiguieron ensayar en la jugada previa al descanso. Un golpe duro para el equipo de Monreal.
En la reanudación, los locales lo intentaron, pero tenían un equipo muy serio enfrente. Los visitantes gestionaron bien su ventaja y la ampliaron según avanzaba el cronómetro.
No bajó los brazos el Campus que. Si no podía ser un triunfo, al menos homenajear a sus fieles aficionados con una buena actuación. El esfuerzo no se negocia. Es la máxima de los ourensanos. Demostrando su habitual poder en ataque, logrando dos ensayos más. Ayer el tema de las transformaciones estuvo más complicado.
Con 15 a 31 finalizó un duelo de dos buenos equipos que jugaron con sus armas. Al Campus le queda cerrar la temporada. En seis días, toca visita al Oviedo.
