El equipo de rugby ourensano ganó al Bilbao en su tercer partido consecutivo como visitante, sin brillo pero con solvencia
El Campus Ourense Coosur puso fin a su gira de partidos como visitante con un triunfo, sin brillo, pero solvente ante el Bilbao, el colista de la clasificación. Los ourensanos se impusieron 20 a 32 en un duelo feo, aburrido para los aficionados y en el que los hombres dirigidos por David Monreal acusaron el cansancio de seis partidos consecutivos, los tres últimos con un buen puñado de kilómetros a sus espaldas.
Y eso que la cita matinal arrancó bien. En el primer minuto, Marston anotó el primer ensayo para el casillero del Campus. Sin embargo, a pesar de estar ya descendido, el Bilbao tiró de orgullo (y de mejoría) y dio la vuelta al partido. Un toque de atención que captó a la perfección el equipo ourensano para apretar el acelerador e irse a los vestuarios con ventaja.
Sabedor de que era un duelo poco propicio para florituras, los ourensanos esta vez apostaron por lanzar a palos varios golpes de castigo. Moi cumplió con dos al poco de comenzar el segundo tiempo para poner un tranquilizador 13-25. El incombustible Jason Harvey encontró tiempo para sentenciar y las anotaciones finales de los vascos no hicieron sufrir a un Campus que ganó al Bilbao y al desgaste acumulado.
La salvación matemática depende de puntos y de arrastres, pero los ourensanos la tienen prácticamente hecha. La próxima jornada vuelven, por fin, a su campo. Allí recibirán a un Zarautz al que pueden echar mano. Un partido para crecer.